Trump vs Biden: Una elección entre el COVID-19 y el racismo

Los estadounidenses decidirán si Trump seguirá en la Casa Blanca o Biden será en el presidente número 46
Los estadounidenses decidirán si Trump seguirá en la Casa Blanca o Biden será en el presidente número 46
EL DÍA ‘D’.Los estadounidenses decidirán si Trump seguirá en la Casa Blanca o Biden será en el presidente número 46
Ismael Ángeles
Octaviano Lozano
2020-11-03 |06:58 Hrs.Actualización06:58 Hrs.

 Los estadounidenses decidirán si Donald Trump seguirá en la Casa Blanca después del 20 de enero o Joe Biden se convertirá en el presidente número 46.

La elección se ve complicada con una economía urgida de apoyo fiscal; enfrentamientos racistas; patrullaje de supremacistas; 9.3 millones de casos de Covid; la compra masiva de armas que ha obligado a comercios a tapizar escaparates con madera en previsión de disturbios, y un presidente que ve fraude.

Se espera que más de 150 millones voten y hasta ahora van más de 90 millones de personas que ya emitieron su voto por adelantado.

Las encuestas dan ventaja a Biden, pero hace 4 años, así llegó Trump, en desventaja. Hoy, también se eligen 435 integrantes de la Cámara de Representantes,  35 de 100 senadores y 11 gobernadores.

La democracia de Estados Unidos estará en riesgo y sus instituciones podrían saltar por los aires hoy si la civilidad de los comicios presidenciales se rompe y da paso a la violencia generada por el discurso de odio, promovido desde la Casa Blanca.

En medio de una profunda crisis económica, enfrentamientos callejeros por racismo, patrullaje de milicias supremacistas, millones de infectados por coronavirus y un presidente que habla de un posible fraude, la justa, parece encaminarse a un callejón sin salida, donde la Corte Suprema tendrá al final que decir quién es el ganador de la contienda: entre el demócrata Biden o el republicano Trump.

De esta manera se repetiría la escena de la contienda del 2000, entre el demócrata Al Gore y el republicano George W. Bush, que ante la crisis electoral en Florida fue la Corte Suprema de Justicia quien resolvió el 12 de diciembre cuando, por 5 contra 4 votos, ordenó suspender el recuento en ese estado y le dio la victoria a W. Bush.

Gore reconoció su derrota el 13 de diciembre, en una declaración histórica donde, con estatura de miras, dijo: “Si bien disiento absolutamente con la decisión de la Corte Suprema, la acepto”.

Veinte años después, la situación de Estados Unidos es diametralmente opuesta, pero la polarización está llevando a la ciudadanía a la compra masiva de armas y en la capital del país varias tiendas importante han tapiado sus vidrieras y entradas con madera en previsión de disturbios en la noche electoral.

Se estima que 5 millones de personas han adquirido armas de fuego por primera vez, de acuerdo con estimaciones de las tiendas departamentales. Estados Unidos tiene más armas que gente, con la mayor posesión per cápita del mundo: un estimado de 120.5 armas por cada 100 residentes, el doble Yemen, la segunda nación con más armas, pero que está en guerra desde hace varios años.

A más de ocho meses de la explosión de la pandemia por COVID-19, Estados Unidos atraviesa el tercer pico de contagios de la primera ola y se consolida como el país con más casos y muertos del mundo, con 8.9 millones de contagios confirmados y más de 228 mil decesos.

La economía, uno de los ejes centrales de las campañas presidenciales, se derrumbó por la pandemia, desdibujó el crecimiento constante de la última década y enfrentó a los candidatos a un difícil escenario, donde la mayoría de los economistas no se animan a pronosticar cómo y cuándo se recuperará el país.

Las protestas
La muerte del afroamericano George Floyd, el pasado 25 de mayo, en Minneapolis a manos de la policía por pagar en una tienda con un billete de 20 dólares, supuestamente falso, desató las protestas contra el racismo y la violencia policial.

El movimiento “Black Lives Matter” (Las vidas de los negros importan) que empezó en 2013 siendo un hashtag un año después de la muerte de Trayvon Martin en Florida, ganó las calles y empezó sus movilizaciones.

En 25 ciudades se han decretado toques de queda nocturno, entre ellas: Los Ángeles, Denver, Miami, Atlanta, Chicago, Louisville, Rochester, Cleveland, Portland, Filadelfia, Pittsburgh, Charleston, Nashville, Salt Lake City, Seattle y Wisconsin, entre otras.

Los demócratas han culpado a supremacistas blancos de explotar las protestas y de intimidar a votantes, mientras Trump señala directamente a los que denomina anarquistas de la izquierda radical y los militantes del movimiento antifascista conocido como Antifa.