Esta tarde se dio a conocer que Ucrania buscará que Rusia le pague 300 mil millones de dólares por concepto de reparaciones de guerra.
Lo anterior, de acuerdo con una declaración del ministro de Justicia de Ucrania, Denis Maliuska, quien afirmó que esta cantidad corresponde con los fondos del Banco Nacional Ruso que están congelados como parte de las sanciones contra Moscú.
El ministro espera lograr que la Asamblea General de Naciones Unidas apruebe una resolución que siente las bases de un mecanismo internacional de compensación.
En un mensaje que pronunció desde la Berlín, la capital de Alemania, afirmó: "Queremos una compensación para todos los daños que Rusia ha ocasionado a Ucrania a través de su guerra de agresión".
Sin embargo, el ministro afirmó que esta cantidad solicitada no es igual a la destrucción de infraestructuras, viviendas y fábricas.
“A ello hay que sumar daños ambientales y personales, que fueron infligidos a las víctimas de guerra y que no se pueden cuantificar por el momento. Partimos de que cientos de miles de personas han muerto por la guerra. Sus allegados tienen derecho a una indemnización,” afirmó
Junto con el acceso a los fondos del Banco Nacional Ruso congelados en los países del club de naciones industrializadas del G7, pidió por ello que Kiev pueda recibir como reparación el dinero almacenado en el extranjero por empresas estatales rusas como Gazprom o Rosneft.
Solicitó también que Ucrania obtenga acceso las propiedades congeladas de los oligarcas rusos.
“Las razones para el levantamiento de la inmunidad estatal para los bienes extranjeros de un estado agresor como Rusia deberían quedar ancladas en el contrato internacional,” dijo, en relación al hipotético mecanismo de compensación que se establecería tras la correspondiente resolución de la ONU.
Este permitiría a los estados que se le adhirieran modificar sus legislaciones nacionales para permitir la confiscación de los bienes rusos y se crearía una comisión internacional para estudiar las solicitudes de indemnización, indicó.
Maliuska, que se entrevistó en Berlín con su homólogo alemán, Marco Buschmann, pidió para ello el apoyo del Gobierno germano en la Asamblea General de la ONU, ya que según dijo este llevaría a otros países a sumarse también a la iniciativa.
