Nación321 quiere conocer y dar a conocer qué piensan los jóvenes en México. Con este fin abrimos NUEVAS IDEAS, un espacio para que los ciudadanos escriban sus puntos de vista sobre la realidad que vive nuestro país. Hoy escriben Gustavo Murillo Velázquez y Pedro Casas Alatriste Loperena
El 81.4% de los mexicanos considera que la corrupción es un problema altamente difícil de erradicar, mientras que el 85.9% cree que el problema incrementará dentro de los próximos años (Encuesta Nacional de Corrupción y Cultura de la Legalidad 2015). Pese a la significativa percepción de negatividad, la corrupción es un problema que sí tiene solución y parte de ella se encuentra precisamente en las manos de ese gran número de mexicanos que expresaron no ver una salida clara. Muestra de lo anterior son los casos de países que durante las últimas décadas han logrado abandonar muy altas tasas de corrupción, por ejemplo, el caso de Singapur que ahora se posiciona como uno de los países más transparentes dentro del Índice de Transparencia Internacional.
Según Raymond Fisman, un académico de la Universidad de Boston, la corrupción es un fenómeno de equilibrio donde los ciudadanos tienden a inclinarse a realizar la acción que la sociedad considera “más normal”. Por ejemplo, si percibes que todos los ciudadanos denuncian los sobornos, eso es lo que harías tú. Al contrario, si tú percibes que el pago de sobornos es algo común, entonces tú tiendes a hacerlo también, y no precisamente porque seas moralmente malo, sino que el costo de no hacerlo pudiera ser mayor (perder alguna licitación o quedarte sin algún permiso o autorización).
En México lograremos dar un paso hacia delante, el día que los ciudadanos entendamos que nosotros también somos parte del problema. La corrupción, entendida en esta ocasión como el abuso del poder público para beneficio privado o político, engloba a cuatro tipos de participantes: funcionarios públicos, burócratas gubernamentales, empresarios y ciudadanos comunes. Somos nosotros, los ciudadanos, este último componente que puede ser decisivo para frenar la corrupción. En la Red Mexicana para el Servicio Público creemos que es responsabilidad y decisión de todos decir "¡basta!" y emprender pequeñas acciones que poco a poco construyan una cultura anticorrupción. En este contexto, como organización de ciudadanos, decidimos elaborar un manual que presentamos a continuación, mismo que incluye algunas recomendaciones sobre cómo el ciudadano común puede prevenir dicho delito.
1. Infórmate e informa a los demás sobre qué es corrupción, sus causas y consecuencias, así como sobre las leyes y regulaciones vigentes en temas de anticorrupción. Para solucionar un problema tenemos que entenderlo de fondo y concientizar al resto de los ciudadanos para que se unan a una lucha que no es posible enfrentar solos.
2. Publica tus buenas acciones en materia de anticorrupción para contribuir a que más personas se convenzan de que es posible vivir dentro del marco legal. Promover un discurso positivo es fundamental para cambiar la percepción general sobre el problema, dado que el equilibrio social se inclinará hacia una sociedad justa y transparente cuando la percepción general tienda hacia allá.
3. Comprométete a no ser parte de ningún acto de corrupción proveniente de funcionarios públicos y participa en alguna de las distintas iniciativas existentes que buscan erradicar la corrupción. Es importante que como ciudadanos nos unamos para ser un contrapeso real. El rechazar cualquier acto corrupto, ya sea pequeño o grande, reducirá los niveles de corrupción dentro de la sociedad.
4. En tiempos electorales, vota inteligentemente. Comienza por informarte bien sobre tus candidatos de tal manera que puedas otorgar un voto informado a personas con integridad, competencia e independencia para la toma de decisiones. Una vez electo, exige a tu representante que defienda y luche por tus intereses.
5. Si está dentro de tus posibilidades, dona a iniciativas que buscan hacer de México un país libre de corrupción. Ayudemos a sustentar la lucha en contra de este problema y aseguremos que existan ciudadanos que velen por el bienestar de los mexicanos.
6. Denuncia, ante las autoridades correspondientes, cualquier posible acto de corrupción, deshonestidad o de ilegalidad que identifiques. Ser espectador y permanecer callado te hace partícipe del problema.
El propósito de las recomendaciones anteriores, es alentar a modificar nuestro estilo de vida, dando lugar a una sociedad en donde no haya espacio para el delito. Si bien existe una creencia generalizada de que los esfuerzos ciudadanos no rinden frutos, alrededor del mundo, diversos movimientos de la sociedad civil han logrado ejercer suficiente presión para transformar sus comunidades. Prueba de eso son los casos de Brasil y Guatemala, donde en los últimos años se destituyeron a sus presidentes en turno, así como a un gran número de funcionarios públicos implicados en actos de corrupción.
No cabe duda que el combate a la corrupción es un problema multifacético que requiere crear sinergias entre un gran número de actores provenientes de distintos sectores. Por lo anterior, nuestro mayor reto será coordinar nuestras acciones a fin de lograr que éstas tengan un mayor impacto. El reto será difícil, pero las consecuencias de no actuar serán peores. Dejemos de ver el problema de la corrupción como un asunto ajeno a nosotros y comencemos a difundir un discurso positivo que desnaturalice el delito. Hasta que no exista un gobierno con la suficiente voluntad política para combatir la corrupción, el papel será nuestro.