Sería justo decir que el juicio de Johnny Depp contra Amber Heard ha tomado por la fuerza la conversación de la cultura popular alrededor del mundo durante los últimos meses.
Algunos dirían que la fascinación y la atención que rodea el caso rivaliza fácilmente a los casos más destacados de las últimas décadas, incluyendo el notorio juicio de OJ Simpson en 1995. Sin embargo, lo que diferencia a este juicio de otros, como el anterior, es la participación en ambos lados de dos individuos extremadamente públicos, cuyas acusaciones de abuso doméstico han estado envueltas en un momento único para víctimas de abuso (el movimiento #metoo) y la subsecuente reacción que dicho movimiento ha causado en el público hacia las víctimas.
Sin embargo, al igual que en el juicio de OJ, el público parece haberse alineado sin cuestionarse a sí mismo en torno a la versión de la historia de Johnny Depp, difamando a Heard con reacciones y ataques en redes sociales increíblemente crueles que han perjudicado gravemente la percepción de la antes respetada actriz. Mientras que la narrativa que pinta a Depp como una víctima inocente de una mujer abusiva y manipuladora ha sido aceptada por el público, hay algunos que recientemente han comenzado a cuestionar la validez de tal declaración dada la evidencia a la mano. No sólo eso, sino que la defensa feroz de Depp y los ataques hacia la mayoría de los que se atreven a cuestionar su versión de los hechos han convertido el juicio en un preocupante ejemplo de la idolatría del estrellato en la sociedad actual que se ve reforzado por la reacción vista en plataformas sociales como TikTok.
A pesar de lo que muchos dirían sobre este caso, las pruebas que tenemos a la mano no muestran una situación con un claro abusador y una víctima. Sí, Amber Heard ha sido documentada diciendo comentarios cuestionables hacia Depp y muchos de los detalles en su historia muestran una clara falta de pruebas sustanciales que, en el mejor de los casos, sugieren que hay una gran pieza que falta en su versión y, en el peor, muestran que ha estado mintiendo y es una abusadora.Sin embargo, es muy importante señalar que Depp no ha sido un espectador inocente durante todo este tiempo ni tampoco se ha ganado ser tratado como una incuestionable buena persona. Por ejemplo, hace tiempo que el actor se mostró errático con el personal de producción en sets de rodaje y, en más de una ocasión, también fue captado diciendo comentarios inquietantes directamente a Heard que contradicen los argumentos usados por su equipo de defensa.
En un ejemplo más grave, el actor tuvo un famoso intercambio con el actor Paul Bettany, donde escribió extensamente sobre cómo deseaba "quemar" a Amber y posteriormente tener sexo con su cadáver para asegurarse de que estuviera muerta.
Otro hecho que ignoran los implacables defensores de Depp es que ya perdió un juicio por difamación en el Reino Unido, que consideró que las acusaciones de Heard eran creíbles y estaban lo suficientemente fundamentadas con pruebas como para rechazar la idea de Depp de que el periódico "The Sun" le había difamado al relatar las acusaciones de Heard. A pesar de todo esto, se ha visto a Depp riéndose junto con el público durante el juicio, posando para los eventuales memes que se han utilizado contra Heard para difamarla aún más, cuando está claro que él no solo ha sido una víctima inocente durante el lapso de su relación y el juicio.
Algunos dicen que Amber Heard se merece la humillación pública debido a la cantidad incontable de pruebas que la pintan como una abusadora, mientras que ignoran que hay muchas pruebas que sugieren que Depp también lo es. Esto, por supuesto, no es en absoluto una defensa de Heard, que sin duda merece un castigo si se descubre de forma creíble que perpetuó violencia contra Depp.
Pero la increíble desestimación de las acciones claramente reprochables de Depp contra Heard y su nueva identidad como chico de póster para las víctimas masculinas me hizo darme cuenta de que el tan celebrado momento "#metoo" en Hollywood ha dado la vuelta y ha revelado el impulso del público de enmarcar a una mujer como única abusadora con alegría para pintar una narrativa que está lejos de la verdad. Incluso hay quienes protestan con furia contra el papel de Heard que realizará la actriz en Aquaman 2, y piden a Warner Bros, que la retire de la película a pesar de que su versión de lo ocurrido ya ha sido validada por un juicio creíble.
Todo esto se ha dado mientras, simultáneamente, muchas de las mismas personas se sientan en silencio y argumentan que debemos separar el arte del artista cuando se trata de hombres como ChrisBrown, Mel Gibson y Josh Brolin, quienes han sido culpables de violencia doméstica pero siguen teniendo carreras prominentes en la industria.
El argumento que se expone en este artículo no sugiere que debamos defender a Heard solo por ser una mujer. Por el contrario, se propone que la gente se detenga a pensar en las horribles implicaciones y la culpabilización de las víctimas que seguramente surgirán como resultado de las reprobables reacciones a este caso.
Bajo ninguna circunstancia un juicio por violencia doméstica, independientemente de la víctima, debería ser sometido al escrutinio del público de la forma en que este caso ha sido, especialmente por las posibles repercusiones que podría tener en la decisión del jurado.
En un mundo lleno de individuos increíblemente defectuosos y potencialmente manipuladores que compiten por la atención y la aprobación, es importante mantener un nivel saludable de escepticismo con respecto a Heard y Depp y una mente abierta al examinar las pruebas, rechazando cualquier posible sesgo como resultado de la cobertura de la prensa y el público.
Sin embargo, lo más importante es que intentemos detener el circo de la humillación dirigido a las mujeres cuando se trata de juicios como éste ya que, lamentablemente, se utilizará para desacreditar a víctimas en algún momento. Esperemos que en esta ocasión, no sea el caso.