La generación Z hará su primera aparición mayoritaria en elecciones presidenciales en este 2024. Quienes tienen hoy entre 17 y 26 años de edad, pertenecientes a la genZ, representan una población de poco más de 17 millones de personas, y dependiendo de su tasa de participación en los comicios, podrían llegar a ser hasta una quinta parte del voto nacional.
El párrafo anterior parece una descripción, pero en realidad es una advertencia, sobre todo para los partidos políticos y sus candidatos y candidatas, quienes probablemente siguen con el chip del votante millennial.
La generación millennial, nacida entre 1981 y 1996, fue la primera que dio mayoritariamente su apoyo a AMLO en 2018, pero al final la campaña obradorista atrajo tanto a la generación X como a las generaciones previas que el efecto millennial se diluyó en las urnas.
Posteriormente, ya con AMLO en la Presidencia, los millennials fueron los primeros que comenzaron a retirarle su apoyo a Morena, dando algunas muestras de descontento o de desilusión. Una pérdida sensible, ya que esa generación también había apoyado a AMLO en 2012.
Una buena parte de la generación X, nacida entre 1965 y 1980, también ha seguido la ruta del descontento, así que los millennials no van solos. Por cierto, hay que destacar que la genX, en su mayoría los papás de los genZ, es la que ha votado en cada elección presidencial desde 2000 por el candidato ganador: Fox, Calderón, Peña, AMLO.
En ese sentido, la genX ha sido la generación más predictiva del resultado electoral hasta ahora, a diferencia de los millennials o de las generaciones previas a los X, que, con la excepción de 2018, habían apoyado candidaturas perdedoras.
Por cierto, que las generaciones previas, incluida la de los boomers, nacidos entre 1945 y 1964, son las que hoy en día sostienen con mayor firmeza al proyecto de la ‘4T’. La coalición obradorista pasó de ser una oposición joven a una coalición gobernante con un apoyo de mayor edad.
¿Pero qué sucede con la generación Z, la nueva generación de votantes, de ciudadanos, de consumidores, de contribuyentes y, no hay que olvidarlo, de nativos digitales? ¿Serán un factor decisivo en 2024?
El segmento genZ nacido entre 1997 y 2006 es el que podrá votar para presidente y demás cargos de elección popular el próximo año. El resto de la genZ tendrá que esperar un poco más.
No obstante, vale la pena ir abriendo la discusión sobre la entrada de una nueva generación de votantes al electorado nacional, a la elección de una nueva figura presidencial y a las posibles formas como dicha generación podría cambiar la dinámica de la competencia política en el país.
Se trata de una generación que luce, en muchos sentidos, muy diferente a los millennials. Lo advierto entre mis estudiantes universitarios actualmente que son, casi en su totalidad, parte de la generación Z. Veremos si las encuestas efectivamente arrojan valores y opiniones diferentes, o conductas que les caractericen como una generación distinta y que influya no sólo en el rumbo del país, sino en las narrativas hacia adelante.
Los millennials se preocupaban por la desigualdad y las injusticias, entre otros asuntos, y los partidos políticos siguen tratando de descifrarlos.
La generación Z tiene preocupaciones enormes por un futuro incierto, y temas como la salud mental o los derechos digitales son fundamentales en su ethos generacional. No sé usted, pero me da la impresión de que los partidos todavía no tienen la menor idea de cómo hablarle a esta nueva generación, mucho menos de cómo pedirle su voto.
La generación Z es el desafío electoral, el reto que los partidos tienen por adelante. Ya otras instituciones, empresas y universidades están tratando de entenderlos: saber quién es y qué caracteriza a la genZ es un asunto mayor, un asunto de adaptación a una nueva realidad.
La genZ está tomando el lugar que apenas hace poco ocupaban los millennials, que eran quienes inspiraban las investigaciones, los mensajes, las estrategias, las tácticas y los cálculos de triunfo electoral de los partidos. Los genZ son el segmento nuevecito del electorado, aún incierto, aún por descubrirse; aún por descifrarse.
No es lo mismo haber comenzado a entender sus hábitos de consumo, su gusto por la privacidad, sus estilos diferentes de tomarse una selfie, que verlos en plena acción política. El 2024 nos dará la oportunidad de verlos en vivo y a todo color, o por lo menos a través de TikTok.
A la genZ le tocará elegir presidente entre dos mujeres u optar por alguna tercera opción. Les tocará renovar las dos cámaras del Congreso, además de elegir varios cargos de gobierno. Habrá que estar muy atentos a este primer encuentro de la genZ con las elecciones presidenciales; y ver si las campañas logran adaptarse adecuadamente a ese nuevo segmento de electores o no.