Las Fuerzas Armadas en México han gozado de altos niveles de confianza ciudadana durante varios años, la Marina ligeramente por arriba del Ejército, pero ambas con amplios niveles de apoyo popular.
Así lo han mostrado diversos estudios y encuestas internacionales realizadas en nuestro país. Por ejemplo, la más reciente versión de la Encuesta Mundial de Valores realizada en México, en 2018, todavía bajo el gobierno anterior, indica que el 52 por ciento de los entrevistados dijo tener mucha o algo de confianza en el Ejército.
Por otra parte, el estudio Latinobarómetro realizado ese mismo 2018 en nuestro país arrojó un nivel de confianza en las Fuerzas Armadas de 50 por ciento. En otros años el Ejército ha logrado niveles de apoyo incluso más altos, pero esos niveles de 2018 no son nada despreciables, sobre todo si se compara con otras instituciones en el país, que gozan de mucha menor confianza ciudadana.
En la serie de encuestas nacionales de El Financiero se ve un claro aumento en la confianza en el Ejército a partir de diciembre de 2018, cuando tomó posesión el nuevo gobierno. Después del 56 por ciento en ese mes, la confianza registró niveles por arriba de 60 por ciento en 2019, e incluso rompió la barrera de 70 por ciento en junio de 2020, en plena pandemia, quizás como parte de un efecto rally de apoyo a la institución en tiempos de crisis. Cualquiera que sea la razón, es evidente que la confianza en el Ejército ha ido al alza desde la última vez que se midió en los estudios internacionales antes mencionados.
El asunto del General Cienfuegos tiene diversas ópticas desde dónde verse y analizarse, pero una de ellas que podemos ir poniendo bajo la óptica de las encuestas es precisamente la imagen del Ejército. Podemos preguntarnos si ese asunto tiene o no el potencial de alterar los niveles de confianza ciudadana. El presidente López Obrador mencionó hace un par de días que, con todo este asunto del General, el prestigio del Ejército se puso en juego. ¿Hasta qué punto el arresto influyó en el humor público respecto al Ejército? Y ahora, con el regreso del General al país, ¿cómo podría influir eso en las percepciones no solamente hacia el Ejército, sino hacia el propio gobierno del presidente López Obrador?
En las encuestas de El Financiero hemos abordado el tema, así que me permito comentar algunos datos que se publicaron recientemente, e incorporar otros que se habían quedado en el tintero. Entre los datos de la encuesta nacional de El Financiero publicados el pasado 2 de noviembre, el 76 por ciento de los entrevistados calificó como muy bien o bien el arresto del General Salvador Cienfuegos en Estados Unidos. El arresto tuvo lugar el 15 de octubre, y la encuesta se realizó el 24 de octubre.
En esa misma encuesta nacional se incluyó la siguiente pregunta: “En su opinión, ¿qué tanto perjudica a la imagen del Ejército el arresto del General Salvador Cienfuegos?”. El 35 por ciento de los entrevistados dijo que la perjudica “mucho”, el 39 por ciento que la perjudica “algo”, el 16 por ciento “poco” y 5 por ciento “nada”, con otro 5 por ciento que dijo “no sabe”. Al sumar las opciones mucho y algo, el 74 por ciento considera que el arresto sí sería perjudicial a la imagen del Ejército.
Al mirar la serie de confianza en el Ejército en las encuestas nacionales de El Financiero, se observa que sí hubo un bajón en la confianza, al caer de 73 por ciento en la medición de junio, a 62 por ciento en la de octubre: 11 puntos menos. No queda claro si este bajón es efectivamente posterior a las noticias del arresto del General, toda vez que la medición anterior es muy previa, pero es un hecho que bajó la confianza, no obstante que se mantiene alta y por arriba del 60 por ciento.
Es muy factible que las noticias del arresto sí tengan que ver con este bajón, y será muy interesante ver si la confianza en el Ejército se mueve más conforme la opinión pública tenga más información sobre el caso. Por lo pronto, el presidente López Obrador parece haber diagnosticado correctamente el sentir de la población: la confianza en el Ejército sí registró una ligera merma que la pone en los niveles previos a la pandemia. Habrá que estar pendientes tanto del caso como del humor público en torno a las Fuerzas Armadas.