Alejandro Moreno: La percepción de amenaza

De haber una mayor obligatoriedad en quedarse en casa, la mayoría de los mexicanos estarían de acuerdo
De haber una mayor obligatoriedad en quedarse en casa, la mayoría de los mexicanos estarían de acuerdo
El cofinamiento.De haber una mayor obligatoriedad en quedarse en casa, la mayoría de los mexicanos estarían de acuerdo
autor
Alejandro Moreno
Director de encuestas de Nación321
2020-04-24 |07:08 Hrs.Actualización07:08 Hrs.

La encuesta que publicó El Financiero el miércoles pasado mostró que dos tercios de los mexicanos entrevistados estarían de acuerdo con aceptar medidas más restrictivas de conifnamiento ante las amenazas del coronavirus, pero la mayoría estaría en desacuerdo con que las medidas se extiendan a restringir la libertad de expresión u opinión. El confinamiento se acepta, la censura no.

Algunos lectores me preguntaron si había una relación de esas actitudes en la encuesta con aspectos como el partidismo o el nivel educativo. La respuesta rápida es sí, se observan algunas diferencias, pero no tan marcadas como algunos esperarían. Lo cierto es que esas típicas variables de orientación política y estatus socioeconómico están desplazadas a un segundo plano por otra variable más fuerte en estos momentos: la percepción de amenaza.

Este “hallazgo” no es fortuito ni accidental, sino que refleja una literatura académica sobre el tema, la cual establece que, en momentos de crisis o guerras, la percepción de amenaza hace que los ciudadanos se vuelvan más propensos a renunciar temporalmente a sus derechos y libertades civiles ante el Estado que en circunstancias de mayor normalidad.

Este debate se está movilizando en Estados Unidos, en donde el típico lema político anti-tiranía, “Give me liberty or give me death”, ha tomado un giro epidemiológico muy evidente. Precisamente para evitar lo segundo, los decesos, es que los gobiernos en el mundo han  instrumentado una política de confinamiento que reduzca los contagios, los decesos y, como hemos escuchado una y otra vez, el colapso de los sistemas de salud, lo cual implica restringir algunas libertades a la gente.

En México, el confinamiento no ha sido del todo obligatorio, pero la encuesta de El Financiero mostró que, de haber una mayor obligatoriedad, la mayoría de los mexicanos estarían de acuerdo.

La encuesta muestra, además, que la aceptación del confinamiento y la cesión de ciertas libertades y derechos, sí aumenta conforme la percepción de amenaza es mayor. Tomemos, por ejemplo la preocupación por el coronavirus como un indicador de qué tan amenazante se percibe éste: para los que están muy preocupados por la epidemia, que es la mayoría (66%), el 85 por ciento apoya la extensión de la cuarentena, medida que cuenta con apenas 47 y 40 por ciento entre los segmentos menos preocupados. La diferencia en opinión es de 45 puntos entre los extremos. Como referente, la diferencia es de 21 puntos entre morenistas y opositores, ambos mayoritariamente a favor, así que sin un conflicto político subyacente, y de 12 puntos entre el nivel bajo y alto de educación.

Por otra parte, el segmento muy preocupado por el virus está en un 73 por ciento de acuerdo con prohibir estrictamente que la gente salga de sus casas, mientras que el acuerdo baja a 54 por ciento entre los algo preocupados y a 27 por ciento entre los poco o nada preocupados por el virus. La diferencia es de casi 50 puntos, mientras que el nivel educativo registra diferencias de un dígito y los polos políticos morenista-oposición apenas arroja 13 puntos, con ambos grupos antagónicos mayoritariamente a favor.

En suma, a mayor percepción de amenaza, mayor disposición a aceptar la restricción de derechos y libertades.

Esto incluye a la libertad de expresión: los muy preocupados por el virus apoyarían las restricciones a la libertad de expresión para evitar la propagación de noticias falsas en un 54 por ciento, mientras que los menos preocupados están de acuerdo en proporciones minoritarias, entre 26 y 20 por ciento. La diferencia es de 34 puntos. El partidismo arroja 10 puntos de diferencia, con la oposición menos dispuesta a ceder su libertad de opinión que los morenistas.

No son, pues, ni el partidismo ni las diferencias educativas los que marcan la polarización actual en medio de la pandemia, sino la percepción de amenaza. Esa es la que explica mejor la aceptación o resistencia a las medidas de confinamiento y restricción social.

Para que el gobierno sea convincente, no importa tanto si eres panista o morenista, sino qué tan amenazante percibes a la epidemia.