Enrique Quintana: A la reforma eléctrica… se le mueve la patita

La propuesta del presidente ha dividido las opiniones
La propuesta del presidente ha dividido las opiniones
Reforma eléctrica.La propuesta del presidente ha dividido las opiniones
Cuartoscuro
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Enrique Quintana
Director General Editorial de El Financiero.
2021-11-17 |07:23 Hrs.Actualización07:23 Hrs.

Hay quienes creen que la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica propuesta por el presidente de la República está muerta.

En la Cámara de Diputados, durante el debate presupuestal, incluso el diputado panista Jorge Triana decretó su defunción.

Además de los temas legislativos, algunos consideran que las protestas que se han generado en Estados Unidos impedirán que el presidente López Obrador pueda sacar adelante la iniciativa.

A mi parecer, no todo está dicho y a la reforma ‘todavía se le mueve la patita’, como se dice coloquialmente.

Vamos por partes.

El interés estratégico del gobierno de Biden en este momento es que México lo ayude en dos ámbitos.

El más importante es el tema migratorio. En la reunión que el día de mañana sostendrán los líderes de los tres países de Norteamérica, sin duda el asunto va a ponerse sobre la mesa.

El segundo tiene que ver con la necesidad de aumentar la competitividad de la economía norteamericana a través del T-MEC.

Lo más probable es que en la reunión de mañana veamos una imagen constructiva y positiva por parte de Biden, Trudeau y AMLO.

El presidente de los Estados Unidos sabe que en las actuales circunstancias, con su popularidad a la baja, lo último que le conviene es entrar en conflicto con alguno de sus vecinos.

Así que, me parece que lo más probable es que no tenga una actitud militante en contra de la reforma eléctrica.

Dejará que sean las empresas o los legisladores los que hagan sus reclamos, pero va a ser difícil que tome como bandera el rechazo a esa modificación constitucional.

Veamos ahora el tema del Congreso.

En el caso de la actitud del PRI, si bien la dirigencia nacional de ese partido y algunos senadores, han establecido que no están dadas las condiciones para respaldar la propuesta, ayer mismo vimos en la conferencia mañanera que no van a cesar las presiones para que los priistas voten a favor.

Es incierto si la presión vaya a funcionar, y es un hecho que en la estretegia de ‘la zanahoria y el garrote’, Morena no usó el Presupuesto de Egresos para negociar con el PRI.

Ese hecho es expresión de que se sienten confiados en que no necesitan la zanahoria. Quizás piensen que les basta con el garrote.

Las declaraciones de Rubén Moreira, el día de ayer, nuevamente abrieron una rendija a la negociación al señalar que el PRI va a estar siempre dispuesto a hablar.

Es cierto que en este momento y en estas circunstancias, si se sometiera a votación la reforma eléctrica en los términos que está redactada, seguramente no obtendría los votos necesarios para pasar.

Pero la reforma no tiene un calendario específico, y como le comentamos en este espacio ayer, estamos en el camino de entrar a un año político tormentoso en donde todo puede pasar, incluso una fractura en el partido tricolor o un cambio en sus posiciones.

Por esa razón, creo que es adelantarse el declarar que la reforma eléctrica está muerta.

Más bien será uno de los temas álgidos del debate político desde ahora y durante los primeros meses del próximo año.

Los opositores a esa reforma, más que confiarse en que ya es un asunto superado, debieran prepararse para hacer frente a la campaña que ayer anunció AMLO y deben partir de la base de que hoy por hoy, entre la población en general, la reforma tiene más apoyadores que detractores.

Si no lo hacen así, en 2022 pueden llevarse una gran sorpresa.