Enrique Quintana: AMLO y su catálogo de incongruencias

Andrés Manuel se registró como precandidato presidencial único en Morena
Andrés Manuel se registró como precandidato presidencial único en Morena
El registroAndrés Manuel se registró como precandidato presidencial único en Morena
Cuartoscuro
autor
Enrique Quintana
Director General Editorial de El Financiero.
2017-12-13 |07:11 Hrs.Actualización07:26 Hrs.

Ayer, 12 de diciembre, día de la Virgen Morena, se registró el candidato, perdón, el precandidato de Morena, que se dice admirador del más ácido crítico del clero católico en la historia del país: Benito Juárez.

Desde ese hecho, empezamos con las incongruencias de un personaje esencial en la historia contemporánea de México: López Obrador.

En su discurso de registro, López Obrador hizo gala de la contradicción, como discurso.

1.- Su primer punto dice: al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie. ¿Y dónde quedó el rechazo a la reforma educativa o el cuestionamiento a la reforma energética?

O la visión de que AMLO acatará sin reservas todas las leyes justas, ninguna otra. Y él es quien dicen cuáles lo son.

2.- Se eliminará la corrupción. Amén. Ningún detalle del sistema de fiscalización que existirá. Dice: “se convocará al pueblo para hacer de la honestidad una forma de vida y de gobierno”. Felicidades. Lástima que pocos acudan a esa llamada a misa.

3.- La descentralización en pleno. Sólo quedarán en la CDMX Hacienda, Gobernación, Cancillería, Defensa y Marina. Todas las demás dependencias se van a Chetumal; Mérida; Ciudad del Carmen; Villahermosa; Tuxtla; Veracruz; Tlaxcala; Cuernavaca; Toluca; Acapulco; Morelia; Colima; Aguascalientes; Querétaro; León; Pachuca; Zacatecas; San Luis Potosí; Monterrey; Torreón; Durango; Bahía de Banderas; Mazatlán; Ciudad Obregón; La Paz; Tijuana; Chihuahua y Nuevo Laredo. Suerte para quienes habitan en esas ciudades.

4.- Se fijarán precios de garantía para el campo, aunque esto suene como de la década de los 70. Seremos autosuficientes en alimentos… aunque esto no sea posible.

5.- Se modernizarán seis refinerías y se construirán dos más… y que Dios nos agarré confesados cuando tenga que definirse de dónde saldrán los recursos.

6.- No aumentarán los impuestos ni la deuda pública, pero sí los ingresos. Con ello habrá dinero para la infraestructura; para un nuevo aeropuerto en Santa Lucía; trenes, Internet y lo que se acumule. El conejo en la chistera.

7.- Habrá un seguro para ‘ninis’, de al menos, 3 mil 600 pesos mensuales. No importa que no exista una fuente de recursos identificada para este propósito. 

8.- Se duplicarán las pensiones… es lo de menos que no sepamos de dónde saldrán los recursos para ello.

9.- Se dejarán sin efecto las medidas de la reforma educativa... aunque se proponga respetar las leyes.

10.- Se someterá a consulta la amnistía de los capos del narco. Habrá una Guardia Nacional que integrará operaciones militares y policiacas… aunque hoy se rechace la actuación de las Fuerzas Armadas.

Los diez puntos anteriores ya dan la idea de lo que está imaginando AMLO como su programa de gobierno.

La fantasía de que la prédica de la honestidad signifique el fin de la corrupción; de que haya recursos de quién sabe dónde para construir refinerías nuevas; de que se considere razonable cancelar el proyecto del nuevo aeropuerto; de que se pretenda regresar a la autosuficiencia alimentaria… sin definir cómo. En fin.

Pareciera que la correspondencia de todos estos dichos con la realidad es un asunto menor.

Lo importante para AMLO es que su discurso le signifique votos.

La realidad es más complicada de lo que él imagina.

Pero, en todo caso, peor para ella.