La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que espera que la pandemia del coronavirus esté bajo control en un plazo de… menos de dos años.
La referencia corresponde el tiempo que tardó en contenerse la pandemia de la gripe española de 1918 que, en un par de años, mató a decenas de millones de personas en todo el mundo.
En realidad la única posibilidad de que la pandemia de coronavirus se controle es a partir de que haya una vacunación generalizada, lo que difícilmente ocurrirá antes del fin del 2021.
Aún considerando que este mismo año o en los primeros meses del próximo se cuente con la vacuna, se necesitarán varios meses más para producirla, distribuirla y aplicarla.
De acuerdo con las cifras de la Universidad Johns Hopkins, hasta el día de ayer había 23.3 millones de personas que se habían contagiado y un número de muertos por arriba de los 800 mil. En realidad, debido a los subregistros que existen en muchos países, lo más probable es que ya estemos arriba de 1 millón de fallecidos.
En el caso de Estados Unidos, que es el país con el mayor número de contagios, aunque se ha presentado un descenso consistente en las últimas semanas, el número de nuevos contagios diarios permanece muy alto. El 22 de agosto todavía hubo 44 mil 500 nuevos contagios.
Un caso muy preocupante es el de España. Este país había logrado un control de la pandemia hacia el mes de junio, con menos de 500 nuevos casos por día. Sin embargo, en el verano los contagios se volvieron a disparar. El 21 de agosto registraron 8 mil 148 nuevos contagios.
Es visible que en algunos países en los cuales la población ha salido nuevamente a la calle sin las precauciones debidas se presenta un rebrote que en algunos países de Europa ya prendió nuevamente las alarmas.
Los problemas que se producen por los rebrotes pueden nuevamente afectar la economía. El origen de esta situación en Europa es el incumplimiento de la población a las medidas sanitarias, así como la falta de pruebas y capacidad de rastreo para poder cortar las cadenas de contagios, lo que ha ocasionado que se acelere nuevamente la enfermedad.
En el caso de México, en los últimos días se ha gestado un debate respecto a la reducción del número de pruebas. De acuerdo con el doctor López Gatell, la razón de que esto suceda es que está bajando el contagio, pues la política ha sido aplicar pruebas sólo a quien presenta síntomas o a quien puede haber sido claramente contagiado.
La realidad es que ha resultado cada día más difícil que las instituciones públicas apliquen pruebas a quien no tenga síntomas relativamente serios. Esto ha impedido que las mediciones que se están realizando tengan el nivel de precisión necesario para servir como base de la toma de decisiones de política sanitaria.
Estamos con el riesgo visible de que aumente el número de contagios en la medida que avanza la relativa normalización de la actividad punto.
Aunque el regreso a clases a partir de hoy será mayormente virtual, también ha servido para que algunas otras actividades empiecen a normalizarse y la movilidad se acelere, lo que eventualmente puede generar una aceleración de los contagios.
Los escenarios de la Universidad de Washington, que hemos seguido con detalle en este espacio, todavía indican una reducción en el número de casos por algunas semanas pero, continúan anticipando un incremento de los contagios en el último trimestre de este año, que como ya le hemos comentado, conducirá a que la pandemia del COVID-19 coincida con la epidemia estacional de la influenza.
Los retos sanitarios y económicos siguen siendo enormes y si bajamos la guardia, se nos pueden salir de control.