Todo es todo. No es una tautología. Es una definición estratégica del enfoque de la negociación de México con Estados Unidos.
Ayer por la tarde llegaron a México los primeros dos integrantes del gabinete de Donald Trump que visitan nuestro país: John Kelly y Rex Tillerson.
La visita, para variar, se da un contexto de tensión, luego de que hace un par de días fueran publicadas directrices relativas a la seguridad interior y migración, que resultan muy agresivas en contra de los migrantes indocumentados.
Fue tal el rechazo que el propio Kelly tuvo que señalar que se malinterpretó el señalamiento de que los indocumentados serían deportados por la frontera más cercana, independientemente de su nacionalidad.
Videgaray fue preciso ayer al decir que México no tiene ninguna obligación de aceptar deportados de otra nacionalidad diferente a la mexicana.
En las conversaciones que comenzaron ayer y que continuarán el día de hoy, ese será uno de los temas centrales.
Sin embargo, más allá del candente asunto migratorio, los funcionarios mexicanos tendrán la tarea de explicar a los del gobierno norteamericano, que el enfoque de la negociación es integral y que el acuerdo entre las dos naciones, más allá de los temas específicos sobre los cuales se dialogue, deberá ser integral.
Es decir, deberá haber un gran paraguas en el que quepan los temas relativos a la seguridad, la migración y el comercio, por referir, los asuntos centrales.
Todo indica que los dos funcionarios que nos visitan representan la parte más cuerda del gobierno de Trump, y probablemente se encuentren enfrentados con los más radicales e ideológicos de los colaboradores del gobierno norteamericano, encabezados por Steve Bannon.
Hoy habrá un mensaje conjunto y es de esperar que el tono de éste sea constructivo, en virtud del ajuste que ya hizo ayer Kelly en Guatemala al tono de sus declaraciones.
Sin embargo, lo que debe exigir el gobierno mexicano es que no haya el clima de terror que se ha desatado contra los migrantes y que quede claro que cualquier deportación estará sujeta a leyes.
Al margen de ello, se requiere acelerar el despliegue de asistencia legal por parte de los consulados mexicanos.
Pero, más allá de las buenas formas diplomáticas que seguramente se observarán, no hay que esperar ningún acuerdo.
Hay que interiorizar el hecho de que la situación de incertidumbre respecto a lo que prevalecerá en el futuro de la relación con EU, va a permanecer por meses si no es que por un periodo aún más largo.
Más vale que nos preparemos.
EL ÉXITO DE BANXICO
Todavía no se convoca a la primera subasta de coberturas liquidables en pesos y el dólar logró el día de ayer romper hacia abajo la barrera de los 20 pesos.
A este beneficio para los importadores, para quienes tienen deudas en dólares y para todos los que adquieren bienes y servicios dolarizados, se suma la posibilidad de que el Banxico sea más moderado en los incrementos de las tasas de interés a lo largo de este año.
Ojalá que, así como la medida anunciada esta semana, el banco central tenga un buen menú de herramientas de las cuales echar mano este año, porque no hay que engañarnos: la volatilidad no se ha ido. Sólo está contenida.