Juan Ignacio Zavala: 4T internacional

Como se sabe, el Presidente es un hombre pacífico, lleno de paz y amor al prójimo
Como se sabe, el Presidente es un hombre pacífico, lleno de paz y amor al prójimo
AMLO.Como se sabe, el Presidente es un hombre pacífico, lleno de paz y amor al prójimo
Cuartoscuro
autor
Juan Ignacio Zavala
Consultor en comunicación
2022-09-21 |06:25 Hrs.Actualización06:25 Hrs.

Por supuesto que nuestro Presidente y su proyecto llamado la 4T tienen algo que decirle al mundo. Más que decirle, enseñarle, mostrarle, servirle de ejemplo para la consecución de grandes éxitos en beneficio de las naciones del orbe. Cierto que en ocasiones nuestro Presidente se deja llevar por determinadas fobias producto de la educación nacionalista que recibió cuando el país era una gran tierra de oportunidades, gobernaba el partidote PRI, las libertades se administraban desde Palacio y México era la tierra prometida para los propios mexicanos. Lejos, muy lejos, se pensaba que estaba la pesadilla neoliberal que, ciertamente, se incubaba ya en la nietiza de los cachorros de la Revolución. Pero bueno, eso es otro cuento.

Desde muy pequeños se nos dice que México está llamado a destacar en el mundo por muy diversas razones. Por ejemplo, se sabe en todo el mundo que nuestro himno logró el segundo lugar en el concurso internacional de himnos, que solamente fue superado por La marsellesa, himno francés (nadie sabe cuándo se verificó ese concurso, pero nadie duda en México de los resultados). Somos los reyes del picante, muy hospitalarios y buenas gentes, tanto así que muchos se aprovechan de eso –sobre todos los extranjeros y los hijos de éstos–.

Nuestro Presidente, que también es muy buena gente, sabe de esos abusos y no ha dudado de reclamar airadamente a los españoles y a los austriacos sus crímenes y felonías. A unos sus abusos históricos y permanentes y, a los otros, el robo descarado del penacho que nos pertenece. Por supuesto que este reclamo ha generado la mofa y hasta la indignación de los conservadores –en su mayoría hijos o nietos de españoles o viles empleados de sus empresas–, pero ahí está el reconocimiento del pueblo al cobrar agravios que, por agachones y acomplejados, ningún otro presidente había hecho.

La cosa no ha quedado en reclamos. El presidente López Obrador quiere la paz del mundo. Como se sabe, es un hombre pacífico, lleno de paz y amor al prójimo. Movido por ese espíritu y genuinamente preocupado por lo que sucede en Ucrania, hizo una propuesta para pacificar la región y detener la guerra, para lo cual propuso un comité formado por quien preside la ONU, el papa Francisco y el primer ministro de India. Aunado a eso, con el mismo grupo se podría lograr, de acuerdo con la propuesta de AMLO, la paz mundial durante cinco años, sin acciones ni provocaciones militares. Claro, los enemigos de la paz, que coincidentemente también son los enemigos de López Obrador, calificaron la propuesta de ingenua y estúpida, digna de alguna concursante de un certamen de belleza. Siempre echando tierra a todo. Qué difícil labor la del Presidente.

Mientras tanto, el canciller Marcelo Ebard se presentó en la Gran Bretaña a los funerales de la reina Isabel II. Con toda dignidad y sencillez, Marcelo –autodenominado “Bond, Casaubond”– nos mantenía al tanto de tan importante evento. El tuit aquí, el video acá, la foto acullá. Todos felices, hasta que al conservadurismo rancio le molestó que nuestro canciller se tomara una selfie con su esposa en el lugar de los funerales. ¿Qué tiene de malo? ¡Hasta salió en la prensa inglesa! Pero ahí están, que si se puso filtros, que qué mal gusto, que la falta de educación, que la majadería, que pinche pelado no me representa, que eso no se hace en los panteones. Hasta naco le dijeron y justo después de que el Presidente gritó ¡muera el clasismo! Es de que no entienden los conservadores. A ellos ni los invitaron a lo de la reina. Y claro, porque a nivel internacional se habla en todos lados de la 4T.