Hoy les traigo todos los pormenores sociales, las grillas y los chismes de la comilona tipo entrega de los Oscar que se aventaron los del CCE. Sí leyeron perfectamente, pues hubo hasta alfombra roja para entrar y como la 4T no la organizó, aquí si hubo alcohol para beber.
Carlos Salazar, el nuevo presidente, es sin duda la apuesta de Femsa, del Diablo Fernández y los grandes empresarios regios por armar una relación fuerte, una nueva coalición con AMLO.
Y para muestra el discurso de Carlos, el cual fue literalmente impecable, aunque siempre hay críticos que dicen se puso como tapete; pero pues Femsa no necesita al nuevo gobierno para hacer negocios, ¿o sí? Ojo, con Salazar, sin confrontar sino ganando a AMLO, podría llenar el vacío que ha dejado Urzúa en la promoción del desarrollo –más Ortiz Mena menos consenso de Washington. Digamos que se fueron los neoliberales del PRIAN y llegaron los neoprogresistas .
NACE UNA ALIANZA
Andrés, el Presidente, estaba feliz, rayado, y cómo no, tras los ofrecimientos de Salazar: “Hagamos historia. Le proponemos dos cosas. 1.- Nosotros le ayudamos a erradicar la pobreza extrema en seis años, y 2.- Hagamos de la inversión una obsesión para crecer al 4%”. ¡Quihúboles! Y no sólo le tomó la palabra, sino ofreció que unidos acabarían con la corrupción.
Durante el evento hubo sonrisas, momentos de silencios, caras largas, y un centenar de abrazos. Entre los más platicadores estuvieron el gobernador de Campeche, Alito, mientras que Alejandro Murat, de Oaxaca, se mostró receptivo. El secretario Jiménez Espriú, quien andaba muy de buenas, ante mi propuesta de que no nos quitara el NAIM y que mejor evidenciara la corrupción y castigara a los culpables, me contestó: “No fue tanto por la corrupción que decidimos pararlo, sino porque estaba mal hecho, y que estaba por acabar el dictamen para presentárselo al Presidente”. Mi cara de sorpresa fue igualita a la que están poniendo. Acto seguido, le pregunté ¿cómo que mal hecho? “Sí, el NAIM está pensado para 140 millones de pasajeros, número de personas que la ciudad no podrá absorber. No hay servicios. El agua no alcanzará”. ¿Será porque está pensado para ser un Hub?
A Carlos Urzúa, de Hacienda, se le vio serio pero accesible y siempre acompañado de su sonriente procurador fiscal, su tocayo, Carlos Romero. La que parece tener serios problemas para interactuar con la humanidad entera es Graciela Márquez, la secretaria de Economía, pues siempre se le ve con cara larga, distante y hasta grosera con las personas que se le aproximan. Todo lo contrario al comportamiento de su jefe, el Presidente, quien siempre atiende con una sonrisa y permite fotografiarse con todos los que se acercan, al igual que Alfonso Romo y Marcelo Ebrard, quienes continuamente muestran actitud positiva y amable. Por cierto, a Graciela le acaba de renunciar Laura Figueroa, su directora general de Normas, área, cosa rarísima, envuelta en un caos operativo. El rock star volvió a ser Jesús Seade, pues todos los presentes se le acercaban a decirle, tenemos todas las esperanzas puestas en ti para la negociación del acero.
Del PAN, su presidente nacional Marko Cortés y el senador Gustavo Madero, quien fue más saludado que su líder; del otro lado, el eteeeeerno dirigente del PT, Alberto Anaya. Por parte del PRI y en la mesa principal estuvo el senador y dirigente de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, quien estuvo platicando largo rato con Rodrigo Rojas, titular del Conocer.
Entre los empresarios se le vio contento a Valentín Diez Morodo y a Pablo González, CEO de Kimberly Clark e hijo de Claudio X. González, quien… aunque ustedes no lo crean, sí estuvo presente. Obvio, el reclutamiento estrella de Femsa, Roberto Campa, también anduvo por ahí muy sonriente. Pero el que salió más rayado fue Isaac Chertorivski, quien estuvo cazando al Presidente a la hora de su salida, y en el pasillo afuera del salón lo logró, le grito: ‘señor Presidente’. AMLO escucha su voz y voltea. Acto seguido, le dice: ‘¿Cómo estás? ¡Qué bien te ves! ¿Qué te hiciste?’ E Isaac le contesta: ‘¡Soy el presidente del Insen!’ Ambos se carcajean y se abrazan demostrando el cariño por décadas de amistad.