Ayer, finalmente, arrancaron las precampañas para la Presidencia de la República. Aunque quizá no parezca importante, habrá cambios significativos en lo que viene por delante. Veamos.
Primero, los candidatos tendrán mayor soltura para viajar por el país y organizar eventos al aire libre con simpatizantes. Ya lo vimos con los primeros eventos oficiales de las candidatas ayer. Claudia Sheinbaum arrancó su campaña en Boca del Río, Veracruz. Dijo que la elección es entre volver al pasado de corrupción o continuar con la cuarta transformación.
Xóchitl Gálvez lo hizo con una caminata por Coyuca de Benítez a la media noche del domingo. Después, el día de ayer, en Ciudad Juárez, organizó un evento con simpatizantes y militantes del PRI, PAN y PRD tomando, como eje central, el problema migratorio al que se enfrenta el país. Dijo que no es posible, que en México, mueran migrantes en estaciones migratorias e insistió en la necesidad de dialogar con EU para recibir apoyo en materia migratoria.
Solo Samuel García decidió arrancar en su hogar y hacer su primer mitin en la Plaza de los Tres Museos de Monterrey (a una escasa caminata del palacio de gobierno).
Segundo, desde ayer todos los precandidatos podrán usar los espacios en radio y televisión que el INE asigna a cada partido político. Cada día, se dividirán 48 minutos de anuncios entre los candidatos por la Presidencia en todos los canales de radio y televisión del país. Se estima que, en total, habrá 30.4 millones de spots destinados a partidos políticos en el periodo de precampaña (el resto le corresponde al INE para anuncios informativos sobre la elección).
Por candidatura, la distribución de spots será así: Claudia Sheinbaum tendrá el 45.9% de los spots si los tres partidos de su coalición los destinan a su promoción; Xóchitl Gálvez tendría el 43.9%, y Samuel García solamente 10.2%:
Desde antes de que arrancara la precampaña este lunes, ya se difundían en redes sociales los primeros anuncios de los candidatos. Claudia Sheinbaum mostraba los logros del actual sexenio y su deseo por continuarlos. Xóchitl Gálvez, por su parte, usó el anuncio para mostrar su trayectoria desde Hidalgo hasta Palacio Nacional. Mientras que Samuel García se presentó como el “Nuevo, Samuel” capaz de derrotar a la vieja política. Así vendrán decenas de anuncios más.
El tercer cambio, y quizá más importante, implica que se levantarán, a partir de ahora, las restricciones que existían sobre temas a discutir. Será la primera vez que los candidatos puedan hablar libremente sobre sus visiones para el país en 2024. Podremos escuchar, finalmente, los indicios de propuestas que culminarán en debates y permitirán que escojamos a un candidato con base en sus ideas y no en su carisma.
Y un último cambio, es que a partir de ayer hay reglas más precisas para fiscalizar las precampañas. Hay un tope de 85 millones de pesos que cada candidata puede erogar y el INE puede ya revisar con lupa cada evento y la publicidad exterior y en redes sociales. Lo que pasó hasta antes también está siendo fiscalizado, pero difícilmente dará pie a alguna sanción porque el periodo anterior no está regulado en la ley.
No obstante, para la mayoría de personas el cambio parecerá nulo. Llevamos meses en un proceso adelantado: espectaculares que pululan en territorio nacional, bardas y espectaculares plagadas con propaganda política y una enorme inversión en redes sociales.
Todos, sin duda, se han adelantado. Por ello, los mexicanos llevamos varios meses con la mentalidad de estar en campaña aun cuando faltan varios meses para las elecciones.
Unas campañas anticipadas y, muchas veces, faltas de contenido más que los chismes políticos, ataques (o defensas) al gobierno en turno y elevación de personalidades por sobre las ideas.
Pero ahora, con el arranque de las precampañas oficiales, podemos esperar cambios significativos que mejorarán la contienda.