Las medallas olímpicas también miden el nivel de desarrollo de cada país. La calidad de la educación escolarizada y el deporte amateur son dos pilares esenciales que permiten a una sociedad ser progresista, sustentable y sana y ambas disciplinas van de la mano.
A esa lista, agregaría el arte. De esta manera, estas tres áreas de crecimiento individual y colectivo deben inculcarse desde tempranas edades, por ello, si un Estado es capaz de brindarlas de manera integral y generalizada, mejorarán el nivel de vida en su sociedad.
Las olimpiadas deportivas, cada cuatro años, dejan récords, batallas épicas, anécdotas que podrían abarcar un libro completo. Por supuesto, no hay mayor gloria para un deportista que colgarse la medalla de oro mientras se entona su himno nacional; para eso se preparan desde muy jóvenes y la mayoría de quienes lo logran acompañan sus logros con educación y disciplina.
Incluso, vemos atletas multimillonarios salir a luchar, como si fuera su último día en el deporte, por su país, por su bandera. En contraste, también vemos a muchos más con apoyos limitados, sobre todo por aquellas naciones que les ofrecen poco, o les regatean hasta uniformes y becas.
El desempeño olímpico evidencia a los países con mayor capacidad de influencia en las diversas regiones globales, políticas, sociales, económicas y culturales. Hay un reflejo de lo que sucede en el mundo en relación con las justas olímpicas y viceversa. Si analizamos los primeros diez países que obtuvieron más medallas de oro, coincide con esas sociedades que encabezan las mejores perspectivas en lo económico y político, pero también en bienestar social.
Incluso, en las justas olímpicas se excluyen a aquellos países que en temas armamentísticos han abusado de su poder y se extralimitan, como es el caso de Rusia, que después de invadir Ucrania fueron prohibidas las banderas e himnos en justas deportivas globales. O bien, se exaltan y aplauden aquellas delegaciones que se encuentran bajo agobios militares o terroristas, como los palestinos o Israel. Es decir, el deporte es un retrato y un pulso de cómo se mueve el mundo.
Los lugares en el medallero se conquistan por la excelencia, es decir, a partir de la obtención del oro, que en muchas ocasiones significan milésimas de diferencia. Salvo que se tenga que decidir un desempate, entonces se toma en cuenta el total de las medallas obtenidas, como lo sucedido recientemente en París, donde Estados Unidos y China empataron con 40 preseas doradas, pero en la suma total, entre las platas y los bronces, los americanos se impusieron a los asiáticos, 126 por 91.
Los primeros 10 lugares en el medallero fueron para Estados Unidos, China, Japón, Australia, Francia, Países Bajos, Gran Bretaña, República de Corea, Italia y Alemania.
De esos países, quienes obtuvieron un mayor Producto Interno Bruto en 2023, según Statista, son Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia, respectivamente. Es decir, siete países coinciden en lo alto del medallero, con su capacidad para generar dinero, pero también respecto al nivel educativo y un sólido bienestar social. Al respecto, Australia está en el lugar 12 y Corea del Sur en el 13 con mayor PIB mundial.
Del lado opuesto, entre los últimos 10 lugares en el medallero, estuvieron México en el 65, Armenia y Colombia en el lugar 66, Kirguistán y Corea del Norte, ambos en el 68, Lituania en el 70, India en el 71, República de Moldova en el 72, Kosovo en el 73 y Chipre y Fiji en el 74.
México obtuvo finalmente un total de 5 medallas, 3 de plata y dos de bronce. Gracias a las dos preseas de plata, se mantuvo arriba, por ejemplo, de Kirguistán, Corea de Norte o India, pero, aunque estas naciones hayan obtenido 6 medallas, lograron el segundo lugar.
En la actualidad esta referencia en el podio es significativa, ya que refleja quiénes son los que barajan las cartas en el tablero geopolítico y de poderes a nivel global. China y Estados Unidos también son medallas de oro como potencias económica, política y militar. Junto con ellos dos, en el Consejo de Seguridad de la ONU los acompañan Francia y Gran Bretaña.
Paradójicamente, India y México son países con mayor PIB que Países Bajos. Las primeras dos naciones se encuentran en los lugares 5 y 14 respectivamente del PIB global, mientras que los europeos, en el 17. No obstante, el territorio y la población son infinitamente menores, lo que les permite tener una calidad de vida envidiable y preparar atletas de alto nivel.
Para las potencias mundiales, las olimpiadas siempre han funcionado para demostrar su fortaleza y sobre todo su dominio mundial. Paralelamente, se juegan otras batallas, como la conquista del espacio, la de generar armas letales, por un mayor comercio mundial, o ser la marca de mayor prestigio en el mundo. Para lograr ser exitosos en todos estos rubros, sin lugar a dudas, deben saber emplear mecanismos integrales que tienen que ver con la educación, y al mismo tiempo eliminar las barreras de la desigualdad.