Pablo Hiriart: La marcha del próximo 26 de febrero

Los consejeros del INE se irán en unos meses
Los consejeros del INE se irán en unos meses
Lorenzo Córdova y Ciro Murayama.Los consejeros del INE se irán en unos meses
Cuartoscuro
autor
Pablo Hiriart
Periodista
2023-01-31 |07:14 Hrs.Actualización07:14 Hrs.


Buscan destruir al INE para poner presidente en las siguientes elecciones, décadas y generaciones.

Si el Presidente se sale con la suya, adiós a la competencia electoral. El país será dirigido desde la finca de Palenque, donde se nombrarán gobernadores y presidentes de la República.

Luego vendrán los herederos del cacicazgo.

No nos los quitaremos de encima nunca, aunque sean minoría y destruyan el país.

Una elección democrática, con el INE a cargo de los comicios, cualquiera puede ganar, incluso Morena, pero no con cualquier corcholata. El Congreso tendrá una composición equilibrada, reflejo de la pluralidad existente en el país.

Pero si las elecciones las controla el gobierno, o hay un INE cercenado en sus facultades y capacidades operativas, ganan ellos o se imponen. No importa el caos que venga después. Para eso están el tigre y la Guardia Nacional.

De prosperar el plan B, lo que viene es caos y agitación, producto de una elección injusta.

Ese es el ambiente que le acomoda al núcleo hegemónico del gobierno y a los dirigentes de Morena: el de la confusión y la agitación.

"Todas y todos debemos prepararnos para vivir, en 2024, semanas de conflicto ante lo que podría ser una evidente inequidad en el desarrollo de las campañas y una inevitable incertidumbre sobre los resultados de dichos comicios, con todo y lo que ello implica en materia de gobernabilidad democrática", advirtió el presidente del INE, Lorenzo Córdova.

Avisados estamos.

Y por actuar de manera recta, apegada a la ley, Lorenzo Córdova es objeto de una cubetada diaria de insultos y calumnias que salen de la voz del Presidente de la República.

Eso trae consecuencias. ¿No les bastó con el atentado criminal contra Ciro Gómez Leyva? ¿Adónde llevan al país?

Lo llevan adonde sea, menos a entregar el poder si es que pierde su corcholata.

Que venga el diluvio, pero no un “traidor a la patria”, dicen los que expiden certificados de patriotas.

Tenemos un plan B porque fracasó el plan A, que era directa y llanamente la desaparición del INE para dar paso a otro organismo electoral bajo control del gobierno.

No pudieron, porque fracasaron en las elecciones de 2021 y no les alcanzan los votos en el Congreso para cambiar la Constitución a la medida de sus deseos.

Como no se pudo por la vía constitucional, van a "destazar" al INE a través de leyes secundarias. Es decir, el plan B.

Y en el caso de que las reformas de ese plan se aprueben en su totalidad en el Senado, tendrán que pasar por el tamiz de la Suprema Corte.

Ya no hay un Arturo Zaldívar al frente del máximo tribunal constitucional, por lo que las impugnaciones no irán a la congeladora.

De ahí los ataques del Presidente y su aparato de propaganda a la presidenta de la Corte, Norma Piña. Intimidarla, asustarla, que se achique y mande a reposo las impugnaciones al plan B.

En caso de fracasar el plan B (“destazar” al INE), tienen la alternativa de abril: se eligen cuatro consejeros electorales, pues terminan su encargo Lorenzo Córdova, Adriana Favela, Ciro Murayama y Roberto Ruiz.

Ahí pueden poner a cuatro militantes… si es que ganan la votación en la Cámara de Diputados. Necesitan mayoría calificada.

Pero quienes conocen al Presidente saben que tampoco va a parar ahí. Y lo que sigue sólo él lo sabe. Todo, menos perder el poder o cambiar de corcholata.

“En otras ocasiones ha habido reformas electorales y no pasa nada”, dicen en el gobierno y es verdad. Algunas muy malas, por cierto.

Pero fueron reformas hechas con presidentes demócratas, que cuando perdieron entregaron el poder. Éste no es el caso. Y la reforma que se plantea está diseñada para colapsar al INE y que no pueda cumplir su tarea.

El ataque al INE y a sus consejeros es de tal magnitud que a la sociedad no le queda otro camino que salir a la calle a defender al instituto y a sus consejeros.

Que sepan que no están solos. Ni ellos ni los que vienen.

Por eso será la marcha del próximo 26 de febrero.