Normalmente se usa la frase “sigue al dinero” para determinar que es necesario trazar y conocer el origen, flujo y destino de los recursos económicos de una persona o empresa para poder entender sus lazos y sus motivaciones. Seguir al dinero significa comprender su procedencia, pero sobre todo, su finalidad, objetivos y prioridades. Donde se pone la billetera se pone el corazón.
En México también se utiliza el dicho “con dinero baila el perro”, que no es otra cosa que nuestra manifestación de que los recursos logran los objetivos propuestos, incluso aquellos que lucen descabellados o complejos.
Si bien es cierto que el dinero dista de ser lo más importante, estos dos ejemplos nos muestran que nuestro país, desde su sabiduría popular, reconoce la relevancia del mismo. Particularmente resaltamos la relevancia de saber en dónde se disponen los recursos económicos y el poder que ellos significan.
Estos dos principios son fundamentales para las semanas que vienen en la vida pública nacional. Recordar estas aparentes obviedades resulta pertinente porque en lo que le queda a septiembre y el mes de octubre estaremos presenciando las discusiones relacionadas con los recursos económicos de nuestro país en la Cámara de diputados (y de nuestras entidades federativas en los congresos locales en noviembre y diciembre).
El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, el famoso PEF, fue entregado con un estimado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por 6 billones de pesos para lograr la operación e inversiones del gobierno durante el 2020. Este es el plan a seguir en cuanto a ingresos, gastos y deuda para nuestro país y en él se revelan en dónde se coloca el corazón y los sueños de este gobierno.
En este compendio podemos conocer las políticas públicas, las inversiones e incluso los recortes que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador pretende generar para el próximo año. Aquí es donde se ponen las cosas interesantes.
Ya seas opositor o alguien que cree en la administración actual, este proceso es fundamental, pues permite defender las causas, secretarías o proyectos en los que crees. Más allá de las mañaneras, de los discursos y las anécdotas, hay un documento que permite conocer las apuestas del gobierno. Toda prioridad debe tener un presupuesto, sino solo es un buen deseo, un anhelo o un engaño. De esta manera conocer su contenido se vuelve fundamental para eventualmente incidir en él.
Es cierto, este documento es abundante y podría parecer algo complejo, sin embargo hay un par de herramientas que se pueden seguir sino se quiere abordar el documento proporcionado por la SHCP.
En primer lugar podemos acercarnos al presupuesto a través del portal de datos abiertos del gobierno, que nos permiten tener una visualización más amable de la información, lo cual vuelve más accesible el conocimiento de nuestros recursos. La información se puede encontrar https://www.transparenciapresupuestaria.gob.mx/.
También es importante revisar el trabajo de organizaciones con prestigio y autonomía que estudian al presupuesto público, me viene a la mente como un caso confiable y balanceado, entre muchos otros esfuerzos loables locales y nacionales, el de la organización Fundar México. Conocer sus opiniones respecto a la materia puede resultar sumamente interesante para empezar a empaparnos en la materia.
Otra idea que puede ser de gran ayuda es la organización con más personas por temas de interés. ¿Te mueven los centros culturales? ¿Te preocupa la posibilidad de un desabasto en alguna medicina? ¿Crees que un programa funciona bien y debería recibir más recursos? En estos casos creo que una buena idea sería reunirte con otras personas que comparten intereses y conocimientos relacionadas con tus preocupaciones y que puedan hacer un análisis específico del ramo de interés común.
El paso a seguir sería contactar a la Comisión de Hacienda, la cual estará estudiando al PEF en los próximos días. Básicamente lo que harán las y los diputados será decidir las prioridades de nuestro país a partir de asignar, recortar o aumentar la lana dedicada las distintas materias del gasto público.
Por eso será fundamental llamar, mandar correos, iniciar una campaña en redes sociales o buscar una reunión para poder sensibilizar a nuestros representantes sobre la relevancia de los hallazgos al PEF que realices.
Conocer nuestro presupuesto como país nos permite tener la claridad a qué se destina y nos permite aspirar a presionar para que se utilicen los recursos públicos para construir bienestar, acabar con la desigualdad y construir un país más justo. Participar de este ejercicio es una ruta para cambiar al país desde una modesta pero relevante trinchera.