Pedro Kumamoto: La vara está muy alta

Cientos de personas trabajan por el bien común, y Zapopan no es la excepción
Cientos de personas trabajan por el bien común, y Zapopan no es la excepción
Por la comunidad.Cientos de personas trabajan por el bien común, y Zapopan no es la excepción
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Pedro Kumamoto
Excandidato independiente al Senado por Jalisco
2021-04-20 |06:37 Hrs.Actualización06:37 Hrs.


La encomienda que tienen los gobiernos para regir la vida de todas las personas en esta sociedad, solo puede materializarse porque existe un pacto institucional que les delega esa enorme responsabilidad.

Este pacto es la voluntad de las personas aceptando dotar al estado con poder para crear instituciones, para protegernos y también, para realizar acciones que nos beneficien. Quienes ocupan cargos dentro del gobierno se deben a la misma sociedad cuyo pacto fue llevarles ahí, a la representación popular.

Pero en esta época, esto rara vez se cumple. No hay nadie más desconectado con este pacto que los políticos en el poder. El gobierno, que debería estar conformado por “los mejores” perfiles hoy se encuentra conformado por “los amigos”.

Curiosamente, si estos amigos en el poder se dieran una vuelta por las calles sin el guión, sin guaruras y sin la protección de las patrullas en el mismo poder, se darían cuenta que el ejemplo para ser verdaderos representantes se encuentra allá afuera. Con las personas. 

Y yo lo he visto por todo Zapopan.

Raúl, por ejemplo, es un tijuanense que se estableció en la zona norte del municipio. Aficionado a las artes marciales y con trayectoria en ellas, comenzó a dar clases en la Villa de Guadalupe. Inició con un par de niños y dos tatamis a la mitad de calles terregosas y 6 años después abrió un dojo en División del Norte en donde da clases a más de 35 niños.

Lorena es vecina de la Mesa de los Ocotes y activista por los derechos humanos. Desde hace años enfoca su energía y vocación al trabajo comunitario. Junto con otras mujeres que se dedican a la nutrición, el trabajo social y la enfermería, abrió Yolikni, un movimiento de resistencia comunitaria que cuenta con farmacia y comedor para todo aquel que lo necesite. Particularmente durante la pandemia, su trabajo se tornó en una actividad fundamental para acompañar a decenas de personas que no tuvieron acceso a la atención médica en los hospitales.

Javier, conocido como "El Kikiris", es un artista urbano que tiene más de 30 años trabajando con jóvenes que pertenecen a pandillas de Zapopan. Con su trabajo cultural busca "crear actividades para los jóvenes, no solo jalarle las orejas". Acepta con orgullo que ha participado de varios procesos de pacificación entre diversas pandillas.

Belén, junto a un grupo de vecinas y vecinos organizados de Loma el Pedregal, se ha convertido en gestora y defensora del abasto de agua en su colonia. Zapopan vive una crisis de abasto hídrica desde hace dos meses y la sociedad organizada ha hecho todo en sus manos para no dejar que nadie se quede sin agua. 

Me da mucho orgullo y mucha inspiración cómo desde dónde pueden, las personas dan todo de sí para no conformarse con los servicios y políticas del gobierno. La desconexión del poder en su pacto social con la gente no detiene a estas personas a buscar mejorar su comunidad, ayudar a su vecinos y ponerle el ejemplo a las personas que están dispuestas a escuchar e impulsar sus historias.  

La vara está muy alta y no la puso quienes “gobiernan”. La vara la han puesto, a quienes el gobierno les falló. Y es solo con esas personas con las que se puede empezar a construir una nueva realidad.