El segundo periodo ordinario de sesiones de la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión empezó el día de ayer. Los diferentes grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados, Senadores, así como el presidente presentaron sus prioridades legislativas. Esto significa que cada partido eligió aquellos temas que impulsará en la discusión pública en los próximos meses.
Sin sorpresas, fuimos testigos que estas agendas legislativas son fieles a la gran polarización que vive el país. El presidente, Morena y sus aliados parecen ignorar la pandemia y centrarse en cambios legislativos que les permitan afianzar lo que han llamado cuarta transformación. Mientras que, los partidos de oposición, han puesto el foco en la pandemia, el programa de vacunación y la recuperación económica del país.
Este periodo de sesiones está aderezado por el proceso electoral: 448 de nuestros 500 diputados buscarán reelegirse el próximo 6 de junio (El Financiero 5 Enero de 2021). En teoría, esto generaría incentivos para que los temas que más importan a la ciudadanía sean discutidos a profundidad y aprobados por mayorías plurales, pero en la práctica esto no está sucediendo así.
Por si fuera poco, la cercanía del proceso electoral parece obligarnos a tomar postura entre dos polos irreconciliables, estar totalmente a favor o totalmente en contra de la 4T. Esta ficción es parte de una narrativa electorera que perpetúa la sumisión del poder legislativo al presidente.
Estoy convencido que sí hay alternativas que nos podrían permitir salirnos de esta confrontación aparentemente irremediable, desde lo local, desde esfuerzos cotidianos y coordinados se puede hacer frente a esta situación.
Primero, es necesario mantenernos informados y, en lo posible, contribuir a que el resto de nuestro círculo social pueda beneficiarse de nuestro esfuerzo. Se trata de crear comunidades políticas que nos permitan expandir nuestro conocimiento, explorar nuevas ideas y tomar posturas construidas desde la información, haciendo frente a los principales problemas del país.
Segundo, es necesario elegir nuestras batallas. Aunque son muchos los temas apremiantes del país, la capacidad de incidir en ellos es limitada, por eso es fundamental elegir de forma estratégica en cuáles podemos involucrarnos para lograr los mayores efectos.
En tercer lugar, es vital no comenzar desde cero, existe una multitud de organizaciones de la sociedad civil que han dedicado grandes esfuerzos a analizar los problemas que hoy ponen sobre la mesa nuestros diputados, senadores y el presidente.
Les pongo tan solo dos ejemplos:
La Coalición por el Derecho al Cuidado Digno y al Tiempo Propio de las Mujeres realizó, el pasado miércoles, un conversatorio sobre una de las agendas más importantes del movimiento feminista, la creación de un Sistema Nacional de Cuidados, donde se presentó un documento a cargo de la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung México, el cual arroja mucha luz sobre sobre este tema: “24/7 De la reflexión a la acción, por un México que cuida".
En segundo lugar, el próximo miércoles 3 de febrero a las 17 horas, la Red en Defensa de los Derechos Digitales, realizará un foro sobre la regulación de plataformas digitales y libertad de expresión. (Si quieren saber más sobre este tema pueden conectarse en esta liga).
Es importante unirnos a la conversación y seguir con la discusión, los invito a seguir a estas organizaciones y perfiles. Conformemos, desde lo local, comunidades que nos permitan imaginar, proponer y construir un futuro mejor para todas y todos.