Susana Prieto, diputada de Morena, demanda una auditoría a Dos Bocas. La legisladora ha denunciado, entre otras cosas, que en esa obra no se le está dando trabajo a la gente de esa región tabasqueña.
De ser así, al menos parte del conflicto laboral que estalló esta semana, con trabajadores heridos por un operativo policiaco, podría deberse a que la secretaria de Energía, Rocío Nahle, encargada del proyecto, no atendió las recomendaciones al respecto de la Auditoría Superior de la Federación.
En la Auditoría de Desempeño 2019-6-90T9M-07-0411-2020 411-DE, correspondiente a la Vertiente Social del Proyecto Refinería Dos Bocas, la ASF detectó diversas irregularidades. Mencionan específicamente el tema de empleos, prometidos por cierto por el presidente López Obrador.
Entre otras irregularidades, esto encontró la ASF: en un boletín titulado "Con Plan Nacional de Refinación, México alcanzará la soberanía energética (…) ‘la Secretaría de Energía (Sener) indicó que con la construcción de la nueva refinería (Dos Bocas) se crearán, en el pico de su construcción, 23 mil empleos directos y 112 mil indirectos en la región, un total de 135 mil nuevas fuentes de trabajo’". Al respecto, la ASF solicitó a Pemex Transformación Industrial (PTRI) y a la Sener los estudios en los que se sustentó dicha cifra, así como el número de empleos generados en 2019.
"En respuesta, mediante el oficio núm. 411/0894/2020 del 17 de agosto de 2020, la Sener informó que ‘en razón de que la secretaría no ejecuta el Proyecto Refinería Dos Bocas, sino que únicamente en su carácter de coordinadora del sector y por instrucciones del Presidente de la República coordina y da seguimiento al proyecto, la información que se solicita no corresponde al ámbito de esta secretaría’”.
Por tanto, la ASF pidió a Pemex Transformación Industrial esos datos y le respondieron que “‘al 31 de diciembre de 2019, la proyección de empleos generados fue de: 4 mil 200 empleos directos, y 12 mil 160 empleos indirectos’; sin embargo, no documentó la metodología utilizada para determinar dicha proyección, ni el número real de empleos que generó el PRDB en ese año”.
Como destaca la misma ASF, los indicadores en materia de empleo son sólo enunciativos, pues no se cuenta “con un método de cálculo, meta ni frecuencia de medición”. Puro choro.
Por todo eso, recomendó que se "defina la metodología y el indicador que posibilite determinar la generación de empleos del Proyecto Refinería Dos Bocas, en cada una de sus etapas, a fin de valorar su contribución en dicha variable para las comunidades locales”.
¿Por qué hace énfasis la ASF en las comunidades locales? Porque, como lo explica en un apartado llamado Consecuencias Sociales, en esa región la gente es incluso más pobre que en el promedio de Tabasco: “54.4% de la población presentó algún grado de pobreza: el 45.6% presentó pobreza moderada, y el 8.8%, extrema”.
Y en el primer año de esa obra la ASF no encontró acciones “para la prevención y mitigación de los impactos negativos y la ampliación de los positivos, para cada etapa del proyecto”: “No se dio un acercamiento con las comunidades locales para exponer los alcances del proyecto, los impactos sociales positivos y negativos, y los beneficios, por lo que no se acreditó la aceptación de su construcción”.
Asimismo, no se acreditó “la contratación de mano de obra local; además, no se evaluó la contribución del proyecto al desarrollo de las comunidades del área de influencia. Lo anterior, podría afectar las relaciones de buena vecindad, y propiciar que se originen posibles riesgos no técnicos y conflictos sociales”.
La ASF se los dijo; por lo visto Nahle no escuchó.