Suena más a una calentura del momento. A nueva demostración de falta de estrategia, voluntarismo puro e incapacidad política. Apenas terminaba el debate el domingo, y el frente que promueve a Xóchitl Gálvez ya pedía a MC declinar: inútil llamado al voto útil.
Lo que hizo Gálvez el domingo fue sobrevivir, para nada remontar. No es poco y resulta muy oportuno para su campaña; fuera de ésta, y de su voto duro, el debate no alcanza por sí solo para prender de nuevo la competencia; para eso, cada día, desde el 28, es otro “debate”.
Es evidente el mejor ambiente de la candidata opositora y de su equipo. Falta ver si son constantes.
En cuatro semanas habrá terminado la campaña. Lo que resta es un instante, un suspiro que bien aprovechado alcanzaría para que Gálvez arribe a la cita del 2 de junio con una solvente imagen como alternativa a Claudia Sheinbaum.
Si antes de la elección se tropieza (demasiado) en sus habituales equívocos, o le sacan un escándalo que la descoloque (¿otro video?), sus aspiraciones se marchitarán al calor de mayo. Si evita ambas cosas, el objetivo ha de ser convocar y convencer a los más.
En ese camino resulta contraproducente el llamado, en minutos y horas posteriores al debate, del panista Marko Cortés, primero, y del priista Alejandro Moreno, después, al candidato emecista Jorge Álvarez Máynez para que decline a favor de Xóchitl.
Máynez no va a la baja (ya era eso muy difícil) y cada semana tiene oportunidad de crecer más, así sean decimales o, por qué no, puntos. Encima, no hizo mal debate en su ruta de, al menos, robar cuanta preferencia pueda a ambas candidatas.
Independientemente de si su propósito es ser esquirol de Palacio Nacional, por qué el candidato de Movimiento Ciudadano iba a hacer caso a peticiones de quienes, para empezar, no han aportado gran cosa a Xóchitl en la misión de construir una fuerte candidatura.
¿A santo de qué Máynez atendería esa llamada a una misa con gente que personifica muy bien su oferta de que él es distinto a quien literalmente se agandalla notarías o todo un partido (PRI)? Tendría que estar loco para tirar a la basura el mejor momento de su carrera.
Si acaso, la presión tendría que venir de la sociedad (no de los grupos o personas que luego dicen hablar a nombre de ésta) y de un acuerdo político donde MC gane cosas.
Entre los retos que minan esa posibilidad está la división de los naranjas. Jalisco es el peso completo de MC a nivel regional y la distancia del gobernador Enrique Alfaro con el líder nacional Dante Delgado, con el mandatario neoleonés Samuel García y con el propio Máynez no sólo es conocida, sino escabrosa.
Hoy, paradójicamente, a los naranjas jaliscienses no les conviene que Máynez se baje: si éste realmente pega entre jóvenes, lo esperable es que en Jalisco capitalicen tal envión.
Si llega o no el clamor para que Máynez decline, es cosa del tiempo. En cambio, el PRIAN sí podría negociar la declinación de Salomón Chertorivski en la CDMX, donde la justa por la jefatura se ha puesto reñida, o en Veracruz, donde la candidata de Morena boquea de tanto escándalo.
Para ello hay que hacer política. Pero luego ocurre que el que más hace es el señor de Palacio, no los de la oposición. Por eso en parte les va como les va, por salir a tontas y locas a llamar a Máynez a declinar cuando éste, para usar su lenguaje, ni los topa.