Salvador Camarena: Faltan muchos rounds

La fortuna podría sonreírle al Presidente para que retenga el suficiente capital político
La fortuna podría sonreírle al Presidente para que retenga el suficiente capital político
AMLO.La fortuna podría sonreírle al Presidente para que retenga el suficiente capital político
Presidencia
autor
Salvador Camarena
Periodista
2021-08-23 |06:57 Hrs.Actualización06:57 Hrs.


Andrés Manuel López Obrador inició hace semanas la lucha por 12 mil millones de dólares que le cayeron del cielo, o eso creen él y su nuevo secretario de Hacienda. Uno de esos organismos internacionales que tanto disgustan a AMLO le terminaría dando lo que él ya descuenta como un balón de oxígeno, en un golpe de suerte que va contra quienes creen que el Presidente es, desde la elección, un pato cojo.

Éramos muchos y parió el Fondo Monetario Internacional. El FMI anunció semanas atrás que asignará a sus miembros Derechos Especiales de Giro; a México le tocará el monto ya mencionado: 12 mil millones de dólares.

Esos instrumentos llegan directo al Banco de México y el Presidente ha pedido que se los liberen para pagar deuda. La lógica del mandatario, dicha por él mismo el día 18, es la siguiente: “Si llegan 12 mil millones de dólares más al Banco de México y resulta que se van a colocar en el mercado financiero y vamos a recibir uno por ciento por el manejo de dinero y la hacienda pública tiene que pagar intereses por su deuda, del 4 por ciento, por qué no se utiliza ese dinero para pagar deuda y nos ahorramos intereses”.

Ha iniciado una discusión de funcionarios de Hacienda, del Banco de México y expertos financieros para ver si es posible que esos montos sean enviados al gobierno y en qué condiciones legales. Y aún no sabemos cuánto ahorro supondría eso para las arcas. Pero lo que a los mortales nos debe quedar claro es que AMLO, que en efecto ha tenido una mala racha desde la caída de la trabe de la Línea 12 del Metro, está todo menos débil, pues de repente hasta el FMI le echa una inesperada mano.

Es cierto que la semana pasada en el Congreso de la Unión se vio que incluso antes de que la actual legislatura concluya, es decir una donde el tabasqueño tiene más legisladores, sus deseos pueden encontrar una resistencia que les impide concretarse. Él quería que saliera de inmediato la ley reglamentaria para la revocación del mandato, y la oposición le bloqueó sus deseos. Esa reglamentación saldrá apenas inicie septiembre, pues con sus puros aliados Morena podría sacar tal legislación secundaria.

Pero ver que las imposiciones presidenciales resultan frustradas por una oposición unida está lejos de convertirse en una costumbre o una garantía. A pesar de que el bloque de PRI, PAN y PRD prometió desde la campaña, y lo reiteró este fin de semana, construirse en un dique contra López Obrador.

Los recientes atorones de AMLO no marcan aún tendencia. Faltan muchas batallas antes de que declarar que los opositores de verdad se mantendrán juntos, que resistirán presiones o premios del gobierno para sumarse a inopinadas iniciativas.

Y encima está el factor suerte. Rumbo al tercer informe de gobierno (es un decir) de López Obrador, ha quedado demostrado que esta administración es disfuncional. Pero a su proyecto de captura de poder aún no se le ha quitado ni una pluma.

Perseguir opositores y tratar de colonizar instituciones será todavía la norma en lo inmediato, así que nadie debiera apostar por simplemente nadar de muertito hasta que a AMLO se le termine el tiempo.

Porque la fortuna podría sonreírle al Presidente. No como para salvarle su gobierno, pero sí para que retenga el suficiente capital político para que su candidata (o) sea competitivo en 2024.

AMLO es obstinado, y en una de esas hasta corre con suerte. Así que falta mucho para decretar que ha empezado su declive.