Pocas veces una cosa tan simple alumbra tanto. De concretarse el intento de que la alcaldesa de la Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, vaya como candidata de Movimiento Ciudadano al Senado, sería un prisma, para nada un diamante, que permitiría apreciar chorros de luz de la descomposición política.
Primera luz: MC lleva años promoviéndose con la promesa de que ellos están para acabar con la vieja política. Si le dan esa candidatura naranja a Cuevas, estarían poniendo en el principalísimo lugar de su lista, y encima compitiendo por la capital, a quien ha hecho gala de múltiples prácticas clientelares.
Segunda luz: al importar a un personaje cuya polémica más reciente es una reivindicación de la golpiza de su personal a un ciudadano, MC evidencia además sus nexos con liderazgos de Morena, dado que Cuevas no combatirá, y quién puede descartar que incluso ayude, al oficialismo en la Cuauhtémoc.
Tercera luz: la bancada naranja y hasta su candidato presidencial tienen una agenda de centro-izquierda. Son progresistas en términos generales, quieren más derechos antes que menos, y feministas en sus posturas. Sandra Cuevas ha presumido sus nexos con la ultraderecha de Estados Unidos y México. (¡?)
Cuarta luz: MC ha promovido debates plurales para confeccionar una plataforma incluyente, progresista, moderna, global, técnicamente viable. Por ejemplo, Mexicolectivo. El “estilo” egocéntrico de gobernar (es un decir) de Cuevas no puede ser más lejano a la forma y el fondo de Mexicolectivo.
Quinta luz: forma es fondo. O falta de. Movimiento Ciudadano estaría validando la manera parapoliciaca de los “operativos” de Cuevas, su agenda de “limpieza social”, sus desplantes en contra de quienes le cuestionan, sus veleidades políticas, lo bajo de sus denuestos a sus originales patrocinadores.
Sexta luz: tras la fallida candidatura presidencial de Samuel García, a MC le urgía enviar mensajes de sobriedad, que transmitieran al electorado que en ese instituto entienden el grave momento que vive México. En lugar de ello, tal partido recetaría a México el delirio de las redes sociales de la alcaldesa.
Séptima luz: ¿será que todo todo todo vale con tal de seguir en el Senado? ¿Que Cuevas va a esa candidatura fundamentalmente para remar votos que beneficien a pluris como Dante Delgado? ¿Movilización para mantener al líder de MC en un escaño así llegue en calidad de suplente de Luis Donaldo jr.?
Este “haiga sido como haiga sido” sería: Cuevas da votos para que, ganando Colosio el escaño de NL, su suplente en la lista pluri se cuele al Senado. A ver si le sale a Dante, y a ver si, de ser el caso, el veracruzano honra la promesa de renunciar a la política si MC saca menos votos que otros opositores.
Hay gente de MC capaz y comprometida, que con honestidad empeña sus saberes y energía en construir una alternativa al PRIAN y a Morena, cuadros que hacen albergar la esperanza de que el panorama político puede ser mucho más rico que el reduccionismo de “presente versus pasado”.
Por esas y esos naranjas –algunas famosas, otros en camino de hacerse un renombre–, ya era penoso ver que Dante Delgado, en su omnipotente manera de mover la varita de MC para hacer abracadabra en todas las candidaturas, les machucara al coquetear con Roberto Palazuelos.
Si se confirma que Cuevas es la nueva, y privilegiada, compañera de viaje de esos naranjas, la cuestión será ver qué van a hacer: ni modo de convertirse en los militantes buena onda que le entregan su trabajo y convicciones a quien, entre otras cosas, declara públicamente estar enamorada de sí misma.