En la campaña, uno de sus lemas fue “Acabaré con las ratas”. En su toma de posesión hubo pasarela en alfombra roja, pirotecnia, mariposas “liberadas” y José José. ¿Qué es? Respuesta: Sandra Cuevas, alias la mejor noticia para las aspiraciones de Claudia Sheinbaum, pero quizá la peor para los habitantes de la Cuauhtémoc y no pocos de la Ciudad de México.
En su campaña electoral por la gubernatura del Edomex Arturo Montiel usó tal analogía, y le llovió al respecto. En cambio, en las recientes campañas Sandra Cuevas, candidata aliancista a la Cuauhtémoc, tuvo como eslogan la frase “Acabaré con las ratas”, mas no hubo tormenta mediática. Quizá fue que nadie pensó que ganaría, y hoy no sabemos qué será de esa alcaldía, otrora llamada el corazón de México.
La nueva alcaldesa se puso a retirar huacales este martes muy temprano en la colonia Tabacalera. Eso lo supimos por sus redes sociales, donde sale junto a una flamante camioneta removiendo enseres con los que indebidamente se privatiza la vía pública. Desde hace semanas anunció que comenzará su jornada diario a las 5:30 am recorriendo colonias para supervisar servicios y detectar problemas.
¿Tiene una política para recuperación del espacio público o retirar huacales sólo es una puntada para lograr visibilidad? Es pronto para decirlo. Lo que ella ha prometido es que ordenará los mercados, que se enfocará prioritariamente en la seguridad pública y que promoverá el comercio exterior. Sí, el comercio exterior.
Cuevas tiene experiencia en la administración pública por su paso en Aduanas. Pero ahora aprenderá –ella que se presenta como disciplinada y de resultados– que los alcaldes capitalinos son, para decirlo en palabras de un exfuncionario de una de esas demarcaciones, un “jefe de intendencia de un pedazo de la ciudad”.
El 27 de julio en la Universidad de la Comunicación, Cuevas anunció que va a tener un área de inteligencia e investigación. Y policías propios. Los especialistas dudan que tenga facultades para eso. Puede y debe coordinarse con la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, pero ella ofreció “policía suficiente” para las 33 colonias. Policías, dijo, certificadas. Y anunció en esa misma fecha que se coordinará con la SSC capitalina, pero también con la Fiscalía General de la República, con la Marina (¡?), y con quien tenga que hacerlo para ello. Denota buenas intenciones, pero vagas nociones de sus posibilidades institucionales.
A los locatarios de los mercados los quiere uniformar, les quiere dar clases de marketing, de ventas en redes sociales, y sobre cómo cobrar vía tarjeta de crédito. Pero también remozar con ayuda de empresarios amigos. ¿Cómo licitará o tramitará esos fondos?
Anunció también estímulos fiscales para los empresarios. Pero las alcaldías capitalinas dependen completamente en su presupuesto de la Secretaría de Finanzas central, ¿qué clase de cuotas les puede perdonar, catafixiar?
Mientras esas promesas están en el aire, como las mariposas que soltó en su fiesta de toma de posesión, los vecinos están preocupados porque no saben si los presupuestos participativos que deben ejecutarse antes de fin de año serán procesados prontamente por la alcaldesa.
Les preocupa igualmente el aumento de ambulantes, las pocas verificaciones en los antros, expertos en violar los horarios y los decibeles permitidos.
Se agradece el ímpetu con que llega la alcaldesa, pero la novatada de poner banderas partidistas en un acto oficial augura o poco conocimiento o poco profesionalismo. Y de sus propuestas, lo mismo.
¿A qué se dedicó estos cuatro meses de transición? Si sigue así, por puro contraste, Sheinbaum destacará. Pero los vecinos pagarán la larga curva de aprendizaje.
