Salvador Camarena: Seguridad, la onda expansiva de Otis

La criminalidad que padecía la sociedad del puerto de Acapulco buscará nuevos mercados
La criminalidad que padecía la sociedad del puerto de Acapulco buscará nuevos mercados
Luego de Otis.La criminalidad que padecía la sociedad del puerto de Acapulco buscará nuevos mercados
Lucía Flores
autor
Salvador Camarena
Periodista
2023-11-02 |06:50 Hrs.Actualización06:50 Hrs.

El presidente López Obrador presentó ayer el primer paquete integral de medidas para atender la emergencia en Acapulco tras el impacto ahí la semana pasada del huracán Otis. En la presentación de lo que el gobierno hará no destacó el tema de la seguridad, y ese es un gran faltante. 

Porque se anunció algo que es clave pero limitado. Me refiero a que el gobierno informó que habrá de desplegar cuarteles de la Guardia Nacional en el puerto, pero qué harán con lo que es previsible: la diseminación de la actividad criminal que operaba en Acapulco hacia otras regiones. 

El gobierno dijo este miércoles que “establecerá en cada colonia de más de mil viviendas un cuartel de la Guardia Nacional con 250 elementos en cada una para garantizar la paz y la tranquilidad de todos los ciudadanos y evitar el robo en vivienda, en establecimientos comerciales, en gasolinerías, en el transporte de mercancías, en la distribución de gas, para lograr lo más pronto posible la normalidad y la convivencia pacífica en la vida pública”.

Sin duda, ese tema es clave para la población. Vienen muchos meses de precariedad laboral y de incertidumbre, tiempo en que muchos no tendrán empleo y no se puede descartar que en ese contexto se repitan saqueos, rapiña o una escalada de robos a domicilios sin gente o con poca protección.

Así que es una medida adecuada, pero una decisión que sólo atiende parte del problema. Porque también es lógico que la criminalidad que padecía la sociedad del puerto, ante una esperable y prolongada ausencia de turistas y visitantes, busque nuevos mercados para explotar. 

De hecho, ya lo adelantaba en El Financiero el lunes Eduardo Guerrero, cuando señaló en su columna semanal que “una segunda consecuencia es que los grupos delictivos opten por trasladar a parte de su gente a otras regiones. Este escenario es factible, sobre todo porque varias de las organizaciones que operan en la costa de Guerrero, empezando por el CJNG, también tienen presencia en el norte del estado, en Morelos, e incluso en el Valle de México”.

El analista en seguridad desarrolló esa prospectiva la noche del martes con Carlos Puig en Milenio TV: “Tenemos el problema de la dispersión de los grupos criminales a otras zonas”, señaló Guerrero, que de inmediato agregó que teme que un primer destino sea Zihuatanejo.

“Porque es el único, digamos, centro turístico importante que podría ofrecer empleo a, digamos, empleados del sector turístico, pero ahí también se van a ir los criminales, a ver si ahí pueden empezar también a extorsionar”.

El impacto, sin embargo, puede ser en un radio más allá de suelo guerrerense. El también director de Lantia Intelligence agregó: “Varios se van a ir a Morelos. Está pegado. Y quizás algunos a Puebla, que ahorita está teniendo un repunte criminal, y algunos van a llegar hasta el Valle de México, sobre todo al Estado de México”.

Finalmente Guerrero: “Entonces, sí va a haber un problema de una ola criminal. Hay mucha densidad criminal en la ciudad de Acapulco. Y pues se van a quedar masivamente sin ingresos y van a buscar de dónde sacar, Carlos, entonces sí sería una recomendación importante que blinden algunos estados y ciudades que quedan, digamos, de manera natural en el paso de las carreteras que conectan Acapulco con la Ciudad de México”. 

Otis cambiará el negocio criminal en Acapulco. Qué bueno que pongan cuarteles ahí para que no haya saqueos ni robos, pero Morelos y hasta la CDMX pueden resentir, en pocas semanas, vendavales en delincuencia que el gobierno también tendría que prevenir.