Durante lo que lleva de mandato, Donald Trump ha utilizado los aranceles como una herramienta de presión para renegociar acuerdos comerciales y obligar a sus socios comerciales a aceptar nuevas condiciones.

México y Canadá fueron blanco de repetidas amenazas, con advertencias de imponer impuestos elevados a productos clave. En varias ocasiones, el expresidente estadounidense argumentó que estos países se aprovechaban de los beneficios comerciales sin ofrecer suficientes ventajas a Estados Unidos, lo que llevó a una escalada de tensiones económicas.
Pero no es la primera vez que pasa, por ejemplo, en su anterior mandato, en 2018, Trump aplicó un arancel del 25% sobre las importaciones de acero y un 10% sobre el aluminio proveniente de México y Canadá, desatando una fuerte respuesta diplomática. A pesar de las protestas de ambos países y de la posibilidad de represalias comerciales, Estados Unidos mantuvo la medida hasta que las negociaciones para un nuevo tratado comercial avanzaron.
Y fue así que nació el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), considerada una pieza clave en la relación comercial de Norteamérica, permitiendo la libre circulación de productos y servicios entre las tres naciones.
Sin embargo, a pesar de las ventajas que ofrece, hay productos que quedan fuera de sus beneficios y otros que están sujetos a estrictas regulaciones. Esto ha generado incertidumbre entre empresarios y productores, quienes buscan adaptarse a las disposiciones del acuerdo para evitar el impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos.
Desde que Trump regresó a la presidencia en 2025, ha amenazado en dos ocasiones con imponer aranceles a México. En ambas advirtió que aplicaría un arancel del 25% a las importaciones mexicanas si no se reforzaba el control migratorio y el tráfico de fentanilo a su país, sin embargo, al decirse no satisfecho con los resultados, el lunes de la semana pasada impuso las tarifas que quitó en dos días luego de una plática con la presidenta Claudia Sheinbaum, no obstante, los productos que se salvaron fueron los respaldados por el T-MEC.
EXTENCIÓN TEMPORAL DE ARANCELES
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, confirmó que aquellos bienes y servicios que cumplen con las normas del T-MEC quedarán exentos de los aranceles del 25% durante un mes más. Esta medida ha sido recibida con alivio por parte de la industria manufacturera y el sector automotriz, quienes dependen de las exportaciones hacia el mercado estadounidense.
Según el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, alrededor del 90% de los productos exportados de México a Estados Unidos quedarán exentos de aranceles, aunque entre el 10% y el 12% de las empresas aún enfrentan dificultades para cumplir con las regulaciones del tratado. Estas dificultades incluyen requisitos de contenido regional, regulaciones ambientales y estándares laborales.
LOS PRODUCTOS QUE QUEDARON EXENTOS DE ARANCELES
Según la Secretaría de Economía, entre los productos que México exportó bajo el T-MEC en 2021 y que están exentos de aranceles, destacan:
- Máquinas para el procesamiento de datos
- Automóviles tipo turismo
- Vehículos para transporte de mercancía
- Partes y accesorios de vehículos
- Televisores

Por otro lado, México también importó bajo el T-MEC los siguientes productos:
- Aceites de petróleo, excepto crudos
- Gas de petróleo e hidrocarburos gaseosos
- Partes y accesorios de vehículos
- Motores de diésel
- Maíz

El comercio de estos productos representa una parte fundamental de la economía mexicana y estadounidense, por lo que la aplicación de aranceles podría generar una disminución en el intercambio comercial y afectar la competitividad de los sectores involucrados.
PRODUCTOS CON RESTRICCIONES Y SECTORES AFECTADOS, COMO EL AGUACATE
A pesar de los beneficios del T-MEC, algunos sectores continúan enfrentando barreras comerciales. Uno de los casos más notorios es el del aguacate mexicano, que, a pesar de su alta demanda en Estados Unidos, enfrenta costos elevados debido a los requisitos fitosanitarios y regulaciones para su exportación, lo que podría derivar en la aplicación del arancel del 25%.

Este fruto ha sido una de las principales exportaciones agroalimentarias de México hacia Estados Unidos, con un crecimiento sostenido en los últimos años. Sin embargo, las estrictas regulaciones sanitarias impuestas por el gobierno estadounidense han complicado su comercialización, aumentando los costos de producción y reduciendo la competitividad de los productores mexicanos.
Por otro lado, en la industria automotriz, si bien la mayoría de los vehículos exportados por México están protegidos por el T-MEC, deben cumplir con estrictas reglas de contenido regional, fijadas en el 75%, y condiciones laborales para evitar que pierdan los beneficios arancelarios.

La Industria Nacional de Autopartes (INA) advirtió que la imposición de aranceles podría generar un sobrecosto de 30 mil millones de dólares anuales para el sector, impactando directamente en los precios de los automóviles y en la competitividad de la industria mexicana en el mercado internacional.
Otros productos sujetos a restricciones incluyen:
- Productos lácteos: En Canadá, ciertos productos lácteos siguen bajo restricciones y cuotas de importación.
- Azúcar y productos con alto contenido de azúcar: Algunos productos azucarados tienen regulaciones estrictas, especialmente en Estados Unidos.
- Aves y huevos: En Canadá, estos productos enfrentan limitaciones en su importación.
- Productos energéticos y petróleo: A pesar de que el T-MEC cubre ciertos aspectos del comercio energético, México mantiene el control sobre sus recursos naturales.
EL CASO DEL ACERO Y EL ALUMINIO SIN LA MISMA SUERTE
A pesar de la reciente exención de aranceles para muchos productos, el acero y aluminio mexicanos no corrieron con la misma suerte. Trump anunció que estos metales estarán sujetos a un arancel del 25% a partir del 12 de marzo.
En respuesta, Ebrard declaró que México iniciará negociaciones con Estados Unidos para tratar de revertir la medida, argumentando que México importa más acero y aluminio de Estados Unidos de lo que exporta.

El sector industrial y de la construcción en México ya ha manifestado su preocupación, ya que estos aranceles podrían aumentar los costos de producción y afectar la competitividad de las empresas mexicanas. Además, podría generar un efecto en cadena, impactando en los precios de bienes de consumo y en la inversión extranjera en el país.

El T-MEC sigue siendo un pilar fundamental en la reciente exención temporal de aranceles brinda un “respiro”, como lo llamó Trump, a la industria automotriz y manufacturera mexicana, pero el futuro podría depender de las negociaciones en curso y de la capacidad de las empresas para ajustarse a las reglas del tratado.