Política

¿Qué es el Tratado de Aguas de 1944 por el que Trump amenazó a México?

Tratado México-Estados UnidosLa firma se dio en un contexto de cooperación bilateral durante la Segunda Guerra Mundial,
(Shutterstock)

En medio de una creciente tensión diplomática por el incumplimiento en la entrega de agua, el Tratado de Aguas de 1944 ha vuelto al centro del debate entre México y Estados Unidos.

Se trata de un acuerdo binacional que, aunque fue firmado hace más de 80 años, sigue vigente y regulando el reparto de recursos hídricos en la frontera norte.


El Tratado relativo al aprovechamiento de las aguas de los ríos Colorado, Tijuana y Bravo (Grande) fue suscrito el 3 de febrero de 1944 entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América.

La firma se dio en un contexto de cooperación bilateral durante la Segunda Guerra Mundial, cuando ambos países buscaban fortalecer sus relaciones económicas y políticas.

El acuerdo fue ratificado ese mismo año por ambos países (México el 29 de septiembre y EU el 18 de abril), y estableció las reglas para la distribución de las aguas que cruzan la frontera, principalmente del Río Bravo, el Río Colorado y el Río Tijuana.

¿QUÉ ESTIPULA EL TRATADO?

El tratado establece que:

México recibirá: una cantidad anual de mil 810 millones de metros cúbicos del Río Colorado, y dos terceras partes de las aguas del Río Bravo y sus afluentes mexicanos como los ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y el arroyo de las Vacas.

Estados Unidos recibirá: una tercera parte de las aguas de esos mismos afluentes del Río Bravo, con un mínimo obligatorio de 2 mil 158 millones de metros cúbicos cada cinco años (aproximadamente 431.7 millones de metros cúbicos por año).

Este volumen debe entregarse en ciclos quinquenales, y si un país no cumple con su cuota, la deuda se transfiere al siguiente ciclo.

¿QUIÉN SUPERVISA EL TRATADO DE AGUAS?

La aplicación y supervisión del tratado está a cargo de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), un organismo binacional con oficinas tanto en México como en Estados Unidos.

Esta comisión es responsable de resolver disputas, coordinar obras hidráulicas y asegurar que se cumplan los acuerdos en materia de agua fronteriza.

SITUACIÓN ACTUAL: INCUMPLIMIENTO Y TENSIONES

Actualmente, ambos países se encuentran en el Ciclo 36 del tratado, que inició el 25 de octubre de 2020 y concluye el 24 de octubre de 2025.

Sin embargo, México ha entregado solo 602.7 millones de metros cúbicos al corte del 15 de marzo de 2025, lo que representa apenas el cumplimiento de año y medio del total comprometido. Esto significa que aún falta cubrir cerca del 72% del volumen pactado.

La causa principal del retraso ha sido la prolongada sequía que afecta varias cuencas del norte del país, especialmente en Chihuahua y Coahuila, regiones clave para el almacenamiento y distribución del agua.

Ante este panorama, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reaccionó con severidad. En su plataforma Truth Social, acusó al gobierno mexicano de violar el tratado y de afectar directamente a los agricultores del sur de Texas.

“México le debe a Texas 1.3 millones de acres-pie de agua... Esto es muy injusto y está perjudicando gravemente a los agricultores del sur de Texas. El año pasado, el único ingenio azucarero de Texas cerró porque México les ha estado robando el agua”, escribió.

Además, Trump advirtió que podría imponer nuevos aranceles e incluso sanciones si México no cumple con el tratado. “Me aseguraré de que México no viole nuestros tratados ni dañe a nuestros agricultores texanos (...) seguiremos aumentando las consecuencias, incluyendo aranceles y, tal vez, incluso sanciones”, subrayó.

Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que su gobierno está comprometido con el cumplimiento del tratado y que se están tomando medidas concretas.

Han sido tres años de sequía y, en la medida de la disponibilidad de agua, México ha estado cumpliendo”, informó.

Además, Sheinbaum afirmó que no considera necesaria una renegociación del acuerdo: el tratado es justo y equilibrado, y México ha mostrado voluntad de cumplirlo pese a las circunstancias climáticas adversas.

El Tratado de Aguas de 1944 ha sido durante décadas una herramienta de cooperación entre México y Estados Unidos, pero su vigencia enfrenta hoy desafíos complejos derivados del cambio climático, la escasez de agua y las tensiones políticas.

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