El presidente Andrés Manuel López Obrador es un “malagradecido” y “difamador”, acusó el panista Santiago Creel.
“Es un desagradecido y es un mentiroso y es muy grave”, porque sus mentiras “no las dice Andrés Manuel López Obrador, las dice el jefe del Estado mexicano, que merece todo mi respeto por su investidura, pero no por lo que está diciendo. Presidente, no caiga tan bajo”, reclamó.
En respuesta a las acusaciones en su contra desde Palacio Nacional en la conferencia mañanera, en las que AMLO lo señala de corrupto, el presidente de la Cámara de Diputados respondió que “a mí me da mucha pena, lamento mucho que el presidente siga en una actitud bélica, en una actitud de difamador, en una actitud de confrontación y en una actitud de división del país”.
“Sé que le preocupó mucho nuestro evento del domingo, pero le quiero recordar algunas cosas al presidente, y lo hago de una manera directa, con plena serenidad, convencimiento de causa, y sé que lo que digo él lo puede constatar”, expresó.
Recordó que cuando el presidente López Obrador lo conoció, en el año de 1995, él acudió a su despacho durante varias ocasiones, con su hijo mayor, José Ramón".
“Pero no solamente eso, presidente López Obrador, lo que más me lastima es lo malagradecido que es. En aquella época ¿Cuántas veces no fue a mi casa? ¿Cuántas? Esto fue hace 30 años, presidente, o casi 30 años. Usted vio mi manera de vida, el patrimonio que tenía en mi casa, cómo lo recibí, los muebles que había en mi casa, los cuadros, todo eso lo sigo teniendo igual, no vivo ni más ni menos, como vivía hace 30 años, presidente”, reprochó.
Santiago Creel incluso pidió indagar sus ingresos en el SAT, los cuales dijo, han sido más o menos regulares y sin acumular una riqueza inexplicable.
“Yo he vivido de mis sueldos como servidor público, pero del patrimonio que tuve el privilegio de hacer, de trabajar durante 17 años, empecé a los 17 años, el tercero de preparatoria lo hice ya en el curso nocturno, con mi primer salario empecé a vivir de manera independiente, me compré mi propio coche”, insistió.
Se quejó de que “no es justo que por diferencias políticas me difame a mí o a mi familia. Y más cuando usted pidió mis servicios como abogado, por supuesto que fue pro bono y pro bono, que quiere decir no le costó un peso y le dediqué año y medio al estudio de sus casos jurídicos, y con su hijo José Ramón, muy chiquito, por cierto, pero que el otro día que me encontré me lo recordó, iba a mi despacho, usted lo conocía, sabe que son tres pisos en el edificio Omega. Eso lo hice yo”.
“Jamás, como servidor público, he medrado con mis cargos, jamás. Nadie lo puede ni decir, ni mucho menos confirmar. Si quieren investigarme, o si ya lo están haciendo, bienvenidos, no tengo nada que temer, porque lo que tengo ahí está y está a vista de todos”, concluyó.