Por otra parte, en cuanto a elecciones locales, la entidad donde la disputa será más intensa es el Estado de México, gobernada actualmente por Alfredo del Mazo.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió esta semana dos gubernaturas: una de ellas fue Hidalgo, retenida por más de 93 años, lo que puso un acento en la crisis del partido que comenzó en 2016 al perder en Durango, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz.
Todas esas entidades habían estado bajo el poder del partido, en el caso de Quintana Roo desde su fundación en 1974 y los otros tres desde 1929.
Previo a esas elecciones, el PRI mantenía la hegemonía en por lo menos la mitad de las entidades del país (16) hasta 2015; mientras que a a la mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto registraba 19 gubernaturas.
La dirigencia de Alejandro 'Alito' Moreno era la apuesta para reagrupar a los cuadros priistas y retomar el control de algunas gubernaturas, sin embargo, bajo su mando, el partido solo conserva sus dos grandes bastiones: Estado de México y Coahuila, tras perder el resto en menos de cinco años; además de que hizo alianza con dos de sus principales rivales: PAN y PRD.
ELECCIONES 2018
La crisis del 'tricolor' se acrecentó en 2018, pues no solo perdieron el cargo de elección popular más importante: la presidencia de México, también cedieron Yucatán al PAN y Jalisco a Movimiento Ciudadano, en ambos sitios habían gobernado por más de dos décadas.
A pesar de que en ese año se anunció una "reestructuración", el PRI no logró sobreponerse a las severas críticas por malas administraciones y escándalos de corrupción.
En esa ocasión, el partido le apostó a recuperar su hegemonía pero no obtuvo ni una sola gubernatura al ser derrotado en cinco por Morena, tres por el PAN y una por Movimiento Ciudadano.
La respuesta fue la renovación de toda la estructura nacional y de las entidades, con miras al 2021, donde acudían con 12 espacios de poder a nivel local.
2021 ¿EL RESURGIMIENTO DEL PRI?
Con la derrota a la espalda, el "partido de México" como se llegó a denominar, llegó al escenario electoral con amplias aspiraciones y campañas de renovación institucional.
Incluso, en ese transcurso se expulsó a históricos militantes que fueron acusados de hechos delictivos como César Duarte, exgobernador de Chihuahua, detenido por el delito de peculado.
Un año antes de la contienda, Alejandro Moreno expuso que "hay que sentirnos orgullosos de lo que hemos hecho", y dijo que ante la narrativa que se buscó construir "el PRI no estaba en la lona".
"Algunos no quieren al PRI, pero qué tal nos extrañan ahora y nos necesitan porque los priistas tienen experiencia para asegurar, con trabajo, los resultados al pueblo de México", dijo en un evento de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP).
A pesar de que el partido se unió en una alianza con partidos antagónicos, el electorado decidió algo contrario a los planes del partido, perdiendo así prácticamente todas las gubernaturas (Campeche, Colima, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas).
Ese año el PRI se convirtió en el claro perdedor, junto al PRD, que dejó de tener gubernaturas. A nivel municipal, el escenario fue peor para el tricolor, al pasar de 459 a 209 Ayuntamientos en todo el país.
LA TERCERA FUERZA EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS
Otra de las apuestas del partido, bajo la dirigencia de 'Alito' Moreno fue tratar de alcanzar la mayor cantidad de diputaciones posibles para integrar un bloque opositor en la Cámara de Diputados, aunque se conformaron con 20 diputaciones más que en la elección previa.
En las intermedias el PRI pasó de 45 curules a 70, es decir, 25 más que en la legislatura anterior.
2022 CONFIRMA EL DERRUMBE DEL PRI
Este fin de semana quedó confirmada la caída del PRI, luego de que después de 93 años, un partido distinto al PRI ganó las elecciones en Hidalgo; además de que perdió Oaxaca, el cuarto estado que tenía bajo sus siglas.
En el caso de Hidalgo se trata de un triunfo histórico, pues desde su fundación como estado, en 1919, ha sido gobernador por el tricolor, incluso desde que se llamaba Partido Nacional Revolucionario.
En estas elecciones de 2022, el PRI fue en alianza con PAN y PRD en Durango (con candidato priista), Hidalgo, Aguascalientes y Tamaulipas; en alianza con el PRD en Oaxaca y en solitario en Quintana Roo.
Hidalgo se trata de una entidad, junto al Estado de México y Coahuila, donde es el único partido que ha gobernado.
Y los más de 90 años de mandato ininterrumpido y 20 gobernadores del tricolor en su historia, convertían a esta región y al Estado de México en el bastión fuerte del partido en el centro del país, sobre todo ante el avance de Morena.
Previo a las elecciones, la entidad también fue escenario de disputas y acusaciones entre la dirigencia del PRI y el gobernador Omar Fayad, al acusar a este último de "deslealtad" por su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿EL REGRESO O DESAPARICIÓN EN 2023?
Solo dos entidades tendrán elecciones para cambio de gobernador en 2023 y actualmente ambas están con el PRI: Coahuila y el Estado de México, esta última considerada la ‘joya’ de la corona.
Morena intentará arrancarle ambos estados, tan es así que su dirigente Mario Delgado llamó a que el próximo domingo se inicien en Toluca los trabajos con miras al 2024, pasando por las elecciones de 2023.
Aunque habrá que esperar si se consolida la alianza de oposición con el PAN y PRD y que, a su vez, estos partidos pudieran proponer algún candidato, hasta el momento el PRI no ha sugerido a quien perfila como su representante para la carrera presidencial.
Por otra parte, en cuanto a elecciones locales, la entidad donde la disputa será más intensa es el Estado de México, gobernada actualmente por Alfredo del Mazo.