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Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante la administración de Felipe Calderón (2006-2012), fue sentenciado a 466 meses de prisión, lo que equivale a poco más de 38 años, por la Corte del Distrito Este de Nueva York. Esta condena llega tras su declaración de culpabilidad en febrero de 2023, cuando fue encontrado responsable de cinco cargos, entre ellos, sus vínculos con el narcotráfico.
No obstante, no todo ha sido gobierno, poder y vínculos con el crimen organizado. Hubo un tiempo en que un Genaro García más joven pudo no caer en las manos de la delincuencia y en su lugar, dedicarse al deporte, aunque no fue así.
Recientemente, en redes sociales han circulado fotografías que revelan credenciales de afiliación de García Luna, mostrando su paso por uno de los deportes más populares a nivel mundial durante los años 80. Estas imágenes lo sitúan en el ámbito del fútbol mexicano, donde el entonces joven García Luna formaba parte de un equipo que no jugaba aún en el estadio El Molinón-Enrique Castro "Quini", el cual tiene una capacidad de más de 29 mil personas.
Para el recuerdo: cuando Genaro García Luna estuvo afiliado a la Federación Mexicana de Futbol y jugó para la “liga española” en Galicia y Real Gijon… antes de que fuera reclutado para el CISEN en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, pic.twitter.com/GXD8lpqrtR
— Jenaro Villamil (@jenarovillamil) October 16, 2024
En 1987, García Luna renovó su afiliación a la Federación Mexicana de Fútbol, confirmando su continuidad en ese equipo. Según declaraciones de Ángel 'Coca' González, reconocido por haber descubierto a grandes futbolistas como Cuauhtémoc Blanco, Hirving ‘Chucky’ Lozano y Ricardo Peláez, García Luna entrenaba por las mañanas, pero fue obligado a abandonar el fútbol por decisión de su padre. "Él ya estaba en tercera división, pero su papá no lo dejó continuar", comentó González en una entrevista con ESPN.
De acuerdo con el portal Medio Tiempo, en la temporada 1983-1984, Carlos Reinoso convocó a algunos jugadores de las fuerzas básicas del América para entrenar con el primer equipo. Entre ellos estaba un joven de 17 años, Genaro García Luna, quien jugaba como defensa central y soñaba con convertirse en futbolista profesional para el América, equipo del cual era fanático.
Su última credencial de afiliación data de octubre de 1989, cuando ya tenía 21 años y jugaba para el Galicia, otro equipo destacado de España.
