El presidente Andrés Manuel López Obrador adjudicó el fin de semana el término 'Humanismo Mexicano’ a su modelo de Gobierno que busca dejar como legado político a las nuevas generaciones.
La doctrina de AMLO, para la que utilizó pasajes de la historia de México como referencia, abarca postulados económicos y políticos pero siempre con una premisa: "por el bien de todos, primero los pobres".
“Aun cuando lo fundamental son los hechos, no deja de importar cómo definir, en el terreno teórico, el modelo de gobierno que estamos aplicando. Mi propuesta sería llamarle: ‘Humanismo Mexicano’ no solo por la frase atribuida al literato romano Publio Terencio, de que: ‘nada humano nos es ajeno’, sino porque, nutriéndose de ideas universales, lo esencial de nuestro proyecto proviene de nuestra grandeza cultural milenaria y de nuestra excepcional y fecunda historia política”, explicó sobre el tema antes de referirse a dos puntos centrales: economía y política.
¿En qué consiste el modelo de AMLO, cómo lo define y por qué nombrarlo 'Humanismo Mexicano’? Esto sabemos.
POLÍTICA
El mandatario tabasqueño enumeró una serie de hechos históricos, entre los que destaca un pasaje de Miguel Hidalgo y otro de Francisco I. Madero, a quien dijo evocar pues su gobierno no acepta el derrotismo y apuesta por las libertades.
Además, mencionó que en el 'Humanismo Mexicano' "se defiende la democracia y se tiene un profundo amor al pueblo".
"No aceptaremos el derrotismo. Estamos a favor de lo que expresó el padre de nuestra patria, Miguel Hidalgo y Costilla: 'El pueblo que quiere ser libre, lo será", expresó.
ECONOMÍA
Para el mandatario, los indicadores que se han utilizado durante varias décadas no tienen cabida en su modelo de Gobierno porque "progreso sin justicia es retroceso".
López Obrador asegura en su propuesta que desechar la fórmula "tecnocrática" es necesario para evitar medir todo en función de indicadores de crecimiento que "no necesariamente reflejan las realidades sociales"
"Nosotros consideramos que lo fundamental no es cuantitativo sino cualitativo; es decir, la distribución equitativa del ingreso y de la riqueza. El fin último de un Estado es crear las condiciones para que la gente pueda vivir feliz y libre de miserias y temores", expresó al confirmar el nombre de su doctrina.
Junto a su postulado para modificar el sistema de mediciones de progreso, AMLO también aseguró que su esquema establece como un asunto fundamental "desterrar la corrupción y los privilegios para destinar todo lo obtenido y ahorrado en beneficio de la mayoría del pueblo y de manera específica, en beneficio de los más pobres y marginados".
POLÍTICA SOCIAL
La estrategia central del gobierno en el terreno de la política social descansa, según AMLO, en respetar, atender y escuchar a todas y a todos, pero otorgando preferencia a los pobres y humillados.
"Ese fue mi lema de campaña por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en el año 2000 que 'por el bien de todos, primero los pobres'. Esta frase debiera ser la esencia de la actividad política porque es sinónimo de humanismo y una forma distinta de entender la importancia del poder, cuyo ejercicio, como lo he dicho muchas veces, solo es puro y virtuoso cuando se pone al servicio de los demás", sentenció.
López Obrador añadió que en el 'Humanismo mexicano' si se atiende a los pobres se podrá contar con el apoyo de muchos cuando se busque realizar cambios estructurales en el país, con el "ideal de vivir en una sociedad mejor, más justa, igualitaria y fraterna".
"Solo el pueblo puede salvar al pueblo... Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada. Por eso, ¿quién respalda la Cuarta Transformación?: el pueblo. Por eso nunca, jamás vamos a traicionar al pueblo", señaló.