Los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, lanzaron el libro La Democracia no se Toca, el cual han calificado como un manual para "entenderla y defenderla" frente a los "riesgos de regresión que la amenazan".
El libro, presentado por las autoridades electorales hace unas semanas, también es considerada "la herramienta para que la ciudadanía conozca y defienda sus derechos en materia electoral alcanzados históricamente".
A lo largo de nueve capítulos, Córdova y Murayama hacen cuestionamientos y debaten como: ¿y si no tuviéramos al INE?, ¿cuál es el camino a la autonomía electoral?, golpe a la democracia, salvaguarda de la democracia y la libertad, entre otros.
En la portada de la obra destaca una fotografía área de la marcha en defensa del INE, que se realizó el pasado 13 de noviembre, para hacer frente a la reforma constitucional que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, Lorenzo Córdova ha negado que se trate de una obra en respuesta al llamado 'Plan B' electoral que aprobó Morena y aliados en la Cámara de Diputados.
En sus 240 páginas, los consejeros dialogan sobre cómo fortalecer la democracia e impedir que violenten los derechos electorales.
En el primero de los capítulos, llamado ¿y si no tuviéramos al INE?, ambos funcionarios coinciden en que eliminar al órgano electoral dejaría a México sin certeza sobre la imparcialidad de los funcionarios de casilla que cuentan los votos.
Otras de las conclusiones son las siguientes:
-No se sabría si alguien introdujo más de una boleta en la urna osi votó más de una vez en varias casillas.
- No se sabría con exactitud quién votó ni cuánta gente participó.
- La votación resultante no sería reconocida por la mayoría de los contendientes.
- El ganador sería acusado de usurpador y tendría serios problemas para gobernar.
- Podría haber violencia política entre los simpatizantes de los diferentes candidatos.
- Las elecciones serían motivo de conflicto, un problema, no una solución a ellos.
Además, los consejeros afirman que al eliminar el INE el país carecería de la instancia responsable de analizar que todo el proceso de elección se lleve conforme a los tratados internacionales, evitando la vulneración de los derechos electorales.
"Perderlo implicaría perder la confianza política, la certeza de ser y sentirse escuchado en la toma de decisiones; se perdería el ancla de estabilidad política y gobernabilidad, y se abriría la puerta a actos de violencia por parte de «vencedores» y «vencidos», con tal de conseguir el poder. Significaría, simple y sencillamente, alejarnos de la democracia", concluyen.