De la desaparición forzada al exterminio de jóvenes: 5 historias de terror en Jalisco

Violencia en JaliscoTe contamos 5 historias que han cimbrado a la sociedad mexicana; el nivel de agresión y de violencia aumenta entre uno y otro

Los firmes pasos de madres buscadoras empezaron a hacerse lentos y hasta torpes al cruzar por un intempestivo sendero: el escalofriante hallazgo de 400 zapatos, cráneos y restos óseos quemados en una finca en Teuchitlán, Jalisco.

La escena ocurrió el pasado 5 de marzo en un rincón del Rancho Izaguirre, una finca ubicada a menos de una hora de distancia de Guadalajara.

El rancho era nada menos que un centro de adiestramiento de jóvenes, donde el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco encontraron, además, ropa, mochilas, carteras, credenciales de hombres y mujeres jóvenes, molares y hasta un altar a la Santa Muerte, en el que convergían “diferentes religiones y creencias” como un muñeco de santería, detalló Indira Navarro, lideresa de este grupo de búsqueda.


Cual campo nazi, en este predio se logró encontrar un centro de adiestramiento y exterminio de jóvenes que ingresaron engañados a este rancho, una propiedad que hace 10 meses había sido asegurada por la Fiscalía de Jalisco y cuya investigación fue abandonada por considerar que “era un predio muy grande”.

Este infierno era operado presuntamente por miembros del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Este grupo criminal llevaba a hombres y mujeres jóvenes a este centro para adiestrarlos y a los sobrevivientes los hacía parte de sus actividades criminales.

En palabras de Indira Navarro, en este rancho, las personas eran sometidas a rigurosas y desgastantes pruebas físicas que en la mayoría de los casos terminaban en la muerte.


Las personas acudían con la idea de encontrar trabajo con buena paga, sin saber que nunca más volverían a ver la luz del día. Quienes no pasaban las pruebas, morían o eran asesinados por sus compañeros; ellos mismos cavaban los hoyos que posteriormente se convertirían en fosas.

Según lo contado por Indira Navarro, en entrevista con Azucena Uresti, los crematorios eran excavaciones en la tierra que al fondo tenían una cama de piedras y ladrillos, donde el grupo criminal depositaba los cuerpos cercenados de decenas de personas (aún no cuantificadas) a quienes posteriormente les rociaban gasolina y aceite... y les prendían fuego.

El proceso se repetía hasta en cuatro ocasiones hasta “desintegrar” los cuerpos o que quedaran reducidos a pequeños restos óseos, difíciles de identificar.

De momento, este impactante hallazgo es investigado por la Fiscalía de Jalisco, encabezada por Salvador González de los Santos.

Pero esta no es la primera ocasión que la muerte colectiva eriza la piel en esa entidad. En ese sentido, en Nación321 hacemos un breve recuento de casos que han sembrado el terror en Jalisco.

TRÁILER DE LA MUERTE

No fue el olor, sino hilos de sangre que escurrían de un tráiler frigorífico lo que alertó a los vecinos en la zona metropolitana de Guadalajara sobre el sombrío hallazgo de una caja de tráiler que en su interior portaba la muerte.

Tras investigarse, se supo que se trataba de 157 cadáveres, no reclamados por sus familiares, que durante más de una semana deambularon por el estado, sin rumbo, en septiembre de 2017.

Los cuerpos, plenamente identificados, habían sido dispuestos en un contenedor de hielo, ante la falta de cupo en las instalaciones de la morgue en la entidad. Luego, las autoridades del estado revelaron que no era un solo tráiler, sino dos, lo que daría una suma de más de 300 cuerpos abandonados en “ataúdes errantes”.

El primer contenedor estuvo por varios días en una bodega de la colonia La Duraznera, en Tlaquepaque, pero fue sacado del sitio por exigencias de la alcaldesa, quien ordenó la clausura, durante una sesión de cabildo.

Luego de más de 12 horas de abandono, el carguero fue retirado del predio, y fue escondido en una bodega de la zona industrial de Guadalajara, muy cerca a las instalaciones de la Fiscalía General.

ESTUDIANTES DE CINE DISUELTOS EN ÁCIDO

El pasado 19 de marzo de 2018 se reportó la desaparición de tres estudiantes de cinematografía, en Tonalá.

Lo último se supieron de ellos es que se reunieron para grabar un cortometraje en una casa de ese municipio, como parte de uno de sus encargos universitarios.

Se sabe que una vez que concluyeron la captura de tomas que requerían, emprendieron camino hacia sus casas, sin embargo, el auto en el que viajaban se descompuso, lo que los obligó a descender de la unidad.

Momentos después, dos camionetas los rodearon, de ellas bajaron hombres fuertemente armados, quienes se hicieron pasar por agentes de la Fiscalía local. Se los llevaron.

Se trataba de Javier Salomón Aceves Gastélum, de 25 años; Jesús Daniel Díaz, de 20; y Marco Francisco García Ávalos, de 20.

Más tarde, autoridades informaron que los jóvenes de la Universidad de Medios Audiovisuales de Guadalajara fueron secuestrados por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Este grupo criminal los asesinó y posteriormente disolvió sus cuerpos en ácido. Según lo expuesto por autoridades, el móvil del crimen fue que la casa usada por los jóvenes era nada menos que un predio de seguridad usado por el Cártel Nueva Plaza, grupo antagónico del CJNG.

Lo anterior explicaría el secuestro -debido a una confusión-, la tortura, el asesinato y “posteriormente los llevaron a otro domicilio donde disolvieron sus cuerpos en ácido sulfúrico para que no quedaran restos de ellos", indicó la Fiscalía de Jalisco.

En el lugar fueron hallados algunos restos de los jóvenes, acompañados de al menos 46 bidones de 56 litros de ácido sulfúrico.

DESAPARICIÓN, SIN RECONOCIMIENTO

El 11 de agosto de 2023 se reportó la desaparición de 5 jóvenes en Lagos de Moreno, en la región conocida como Altos de Jalisco.

Los estudiantes acudieron juntos a la Feria Lagos 2023, y fueron vistos por última vez aproximadamente a las 23:00 horas, cuando iban a bordo de un Jetta blanco placas JTJ 8638.

Fue la noche de 14 de agosto, cuando comenzó a circular una foto en la que se observaba a personas maniatas, con golpes en diversas partes del cuerpo y un video de un minuto con 35 segundos de duración en el que se observan -ensangrentadas- las víctimas en el patio de un inmueble.

Ante ello, los familiares fueron llamados a la fiscalía en Lagos de Moreno de manera urgente. En el lugar permanecieron las familias de Roberto Olmedo Cuéllar; Diego Lara Santoyo, Uriel Galván, Jaime Adolfo Martínez Miranda y Dante Hernández, los jóvenes desaparecidos, cuyas edades oscilaban entre los 20 y 21 años.

Este video que cimbró a la sociedad destacaba porque en tenía la leyenda “Puro MZ”, por lo que una de las posibles líneas de investigación es que los jóvenes fueron privados de su libertad por una organización criminal cercana a Ismael ‘El Mayo’ Zambada y que está relacionada con el Cártel de Sinaloa.

El 16 de agosto, las autoridades señalaron que como parte de las investigaciones y lo recorridos de búsqueda de los jóvenes se habían cateado varios inmuebles y que en una finca localizaron droga, placas de autos robados, calzado, armas de fuego, cargadores, sangre y restos de cinta adhesiva, así como cuatro cuerpos calcinados.

A más de un año de los hechos, el caso no se ha esclarecido y los restos encontrados no han sido plenamente identificados por los familiares.

DECAPITADOS

La mañana del 13 de octubre fue de nerviosismo para quienes pasaban por la carretera federal 80, en Ojuelos, una localidad ubicada en el norte de la entidad.

Y es que se reportó el hallazgo de cinco cadáveres pertenecientes a hombres. Los cuerpos estaban en los límites con Zacatecas.

De acuerdo con autoridades, los cadáveres fueron encontrados envueltos en plástico y dispuestos en la carpeta asfáltica.

Eran los restos de personas de entre 25 y 40 años de edad que fueron torturados antes de fallecer a manos del crimen organizado.

Si el hecho causó escalofríos, elementos de la Guardia Nacional indicaron que los cuerpos estaban decapitados y los cráneos estaban aparte, apostados al interior de una bolsa.

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