La Fiscalía estadounidense continúo este miércoles el interrogatorio al narcotraficante mexicano Tirso Martínez Sánchez, alias 'El futbolista', en el juicio contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública bajo el Gobierno de Felipe Calderón.
Sin embargo, la Fiscalía cambió el foco de sus preguntas tras las críticas del juez Brian Cogan, quien se opuso a tomar en cuenta testimonios de ‘El Futbolista’ por estar basados en “rumores” y ser “pérdidas de tiempo”.
Martínez, testigo cooperante de la Fiscalía, y que ya cumplió una condena reducida en Estados Unidos, estaba encargado del envío de cocaína del cártel de Sinaloa a Estados Unidos por tren desde México.
De acuerdo con el testigo, el envío se hacía desde la Ciudad de México a Los Ángeles, Chicago y Nueva York. Sin embargo, hubo un pequeño ‘problema’ con su testimonio: en ningún momento mencionó a García Luna.
Tenía programado presentarse otra vez en la Corte de Nueva York para continuar con su testimonio. Según la Fiscalía, Martínez iba a mencionar cómo ‘Jorge’ y ‘Anselmo’, supuestos integrantes del Cártel de Sinaloa, ofrecieron a ‘El Futbolista’ ponerlo en contacto con García Luna para proteger sus cargamentos de droga.
Martínez también iba a hablar sobre cómo estos dos elementos le aseguraron que la Policía mexicana estaba completamente comprada, lo que incluía a García Luna.
La Fiscalía, si bien renunció a preguntarle a su testigo directamente sobre García Luna, sí que lo interrogó sobre el conocimiento general entre los narcos del Cártel de Sinaloa de si se practicaban sobornos a la Policía federal, la militar, la judicial y la municipal.
En este sentido, Martínez indicó que en dos ocasiones en las que estaba preocupado por posibles incautaciones de su mercancía, dos miembros del cártel lo tranquilizaron asegurando que todas las agencias de seguridad estaban compradas.
Martínez contó que en una ocasión el capo Vicente Carrillo le dijo “no sea miedoso, cabrón”, antes de insistir en que Ismael ‘El Mayo’ Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, tenía “todo arreglado con los altos mandos de la federal, el Ejército, la judicial. Pocos cabrones tienen los arreglos que él tiene”.
Más allá de insistir en los sobornos, le preguntaron por los beneficios de la droga y sus actividades en Nueva York, donde, según el testigo el grupo vendía drogas porque en esta ciudad los clientes pagan más por la cocaína.