Un juez federal ordenó la liberación de Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicano (Pemex), tras permanecer en prisión preventiva justificada durante más de tres meses en el reclusorio Norte, en la Ciudad de México por el caso Agronitrogenados.
El litigante, también ordenó colocarle un brazalete con localizador como medida cautelar, debido al proceso que se sigue en su contra por el mencionado caso.
Ante este hecho, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República (FGR), la parte acusadora en el juicio de Emilio Lozoya, apelaron la resolución del juez que se dictó el viernes 21 de enero, para impedir que salga del reclusorio Norte donde aún permanece.
En la medida, también se requirió al juez de control del reclusorio Norte ejecutar de inmediato la determinación e informar en un plazo de 24 horas de su cumplimiento.
Pero, para salir de la cárcel tendría que obtener un fallo a favor también en el proceso penal que obra en su contra por los sobornos recibidos de Odebrecht, por los que la FGR lo acusa de asociación delictuosa, lavado de dinero y además cohecho y por los que ya pidió sentenciar lo a 39 años de prisión y la reparación de daño mediante el pago de siete millones de dólares.
#ÚLTIMAHORA 🚨 Lozoya obtiene prisión domiciliaria por caso Agronitrogenados; Odebrecht lo mantiene en la cárcel. https://t.co/m34suu0fhh pic.twitter.com/93pgnyvWUg
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) January 22, 2022
El pasado 3 de noviembre, el juez Artemio Zúñiga determinó modificar la medida cautelar de Emilio Lozoya e impuso la prisión preventiva justificada, solicitada por la FGR por el caso Odebrecht, para llevar su proceso judicial en el reclusorio Norte.
En ese momento, el juez explicó que desde un inicio, por el caso Odebrecht, era viable la prisión preventiva justificada en contra de Emilio Lozoya, pero no la había podido imponer debido a que no había sido solicitada.
Explicó que también basó su decisión en tres rubros: la red de ayuda que podría tener para fugarse; la cantidad de recursos económicos que tiene para ello, así como la pena de los tres delitos que se le imputan al ex director de Pemex, asociación delictuosa, lavado de dinero, y cohecho.
Otro momento que molestó a las autoridades fue cuando en octubre de 2021, se vio al ex funcionario en el restaurante Hunan, ubicado en la colonia Lomas de Chapultepec, cuando supuestamente estaba bajo prisión domiciliaria y tenía puesto un brazalete electrónico.
