Las familias de migrantes de México y Centroamérica buscaban desesperadamente noticias de sus seres queridos mientras las autoridades comenzaban el martes la tarea de identificar a 51 personas que murieron tras ser abandonadas en un tractocamión sin aire acondicionado bajo el sofocante calor de Texas.
Se trata de la tragedia con mayor número de víctimas fatales durante una operación de tráfico de migrantes desde México.
El conductor del camión y otras dos personas fueron arrestadas, dijo a The Associated Press el representante federal por Texas Henry Cuellar.
Informó que el vehículo había pasado por un retén de la Patrulla Fronteriza al noreste de Laredo, Texas, en la carretera interestatal 35. No sabía si había migrantes dentro del camión cuando pasó por el retén.
Los cadáveres fueron descubiertos el lunes por la tarde en las afueras de San Antonio cuando un empleado municipal escuchó un grito de auxilio desde el camión estacionado en una solitaria carretera secundaria y encontró la macabra escena en su interior, informó el jefe de policía William McManus. Horas más tarde se podían ver las bolsas con cadáveres sobre el suelo del lugar.
Más de una decena de personas, cuyos cuerpos estaban extremadamente calientes, fueron trasladadas a hospitales, incluyendo cuatro niños.
En el camión se contaron 46 personas muertas, informaron las autoridades. Otras cinco murieron después de ser hospitalizadas, precisó Nelson Wolff, juez del condado de Bexar y el principal funcionario público local. La mayoría de las víctimas eran hombres, indicó.
El número de muertos es el más alto jamás registrado en un incidente de tráfico de personas en Estados Unidos, según Craig Larrabee, agente especial en funciones de Investigaciones de Seguridad Nacional en San Antonio.
“Esto es un horror que supera todo lo que hemos vivido antes”, lamentó el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg. “Y lamentablemente era una tragedia prevenible”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó las muertes en Texas de “horripilantes y desgarradoras”.
“Explotar a individuos vulnerables por dinero es vergonzoso, al igual que lo son las politiquerías relacionadas con cualquier tragedia, y mi gobierno continuará haciendo todo lo posible para impedir que contrabandistas y traficantes se aprovechen de personas que tratan de ingresar a Estados Unidos entre los puertos de entrada”, dijo Biden en un comunicado.
De momento se desconocían los países de origen de todos los migrantes y desde cuándo se encontraban abandonados en el camino.
Al menos 22 de ellos eran mexicanos, siete guatemaltecos y dos hondureños, tuiteó Roberto Velasco Álvarez, jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
Algunas familias se estuvieron comunicando con el consulado de México en San Antonio durante toda la mañana en busca de sus seres queridos, informó un empleado allí.
Los intentos de cruzar la frontera de México a Estados Unidos se han cobrado miles de vidas en ambos países en las últimas décadas.