Adaptive Biotechnologies lanzó una prueba que utiliza tecnología de aprendizaje automático de Microsoft para detectar infecciones por COVID-19, con el objetivo de llenar un importante vacío dejado por las pruebas de anticuerpos estándares.
El examen, llamado T-Detect Covid, busca respuestas de células T contra la enfermedad, en lugar de las proteínas inmunes detectadas por las pruebas convencionales. Adaptive, con sede en Seattle, dice que su producto puede ayudar a las personas que creen haberse contagiado, pero que no han dado positivo con las pruebas disponibles en la actualidad. Esto incluye a los llamados pacientes de larga distancia, aquellos que sufren persistentes síntomas de COVID, a menudo durante meses.
“Algunas de estas personas nunca fueron diagnosticadas”, dijo Lance Baldo, director médico de Adaptive, en una entrevista el mes pasado. “A veces sus médicos se preguntan y, francamente, aquí es donde se pone feo, a veces sus aseguradoras se preguntan”.
Las pruebas de anticuerpos de Abbott Laboratories, Roche Holding AG y otros fabricantes son económicas y abundantes, pero enfrentan dudas sobre la precisión en infecciones anteriores.
Mientras tanto, investigaciones en el Reino Unido sugieren que una respuesta característica de las células T permanece en el cuerpo seis meses después de una infección por COVID-19, potencialmente más tiempo que los anticuerpos.
Las respuestas de las células T surgen rápidamente y “tienen esta larga cola”, dijo Baldo. “Son esas propiedades biológicas de las células T las que las convierten en un objetivo realmente excelente para tratar de rastrear la enfermedad y para un diagnóstico”.
Asociación con Microsoft
T-Detect Covid extrae y secuencia ADN de células T presentes en la muestra de sangre de una persona. Utiliza un software de aprendizaje automático obtenido a través de una asociación con Microsoft Corp. para determinar si la recolección de células T en el cuerpo es consistente con una infección anterior por COVID.
La prueba cuesta 150 dólares, sin incluir la extracción de sangre y una consulta médica, y no ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Disponible en línea con receta médica, es una nueva tecnología de Adaptive, cuyas acciones han subido más de 66% en el último año ante un mayor interés en el diagnóstico en medio de la pandemia.