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Mon Laferte comparte dolorosos momentos de su pasado ante críticas por su exposición de arte

Mon LaferteDe acuerdo con lo narrado por la cantante chilena, desde pequeña, su vida estuvo marcada por experiencias traumáticas
(Instagram)

Mon Laferte compartió un testimonio profundamente personal que llegó a los sentimientos de sus seguidores. A través de una carta publicada en su cuenta de Instagram, la cantante chilena reveló los momentos más difíciles de su vida, abordando su lucha contra las adicciones desde la infancia, los abusos que sufrió en su juventud y las adversidades que enfrentó antes de alcanzar la fama.

La polémica reciente en torno a su exposición “Te amo. Mon Laferte visual”, exhibida en el Parque Cultural de Valparaíso hasta el 16 de marzo, intensificó el debate sobre la presencia de figuras del espectáculo en espacios artísticos. Un grupo de 500 artistas visuales expresó su inconformidad, argumentando que estos eventos limitan las oportunidades para creadores con formación académica. Ante esto, Mon Laferte decidió compartir su historia y reflexionar sobre su derecho a ocupar ese espacio.


En su mensaje, la artista cuestionó: “¿Cómo se gana una el derecho de llamarse artista? ¿Naces, te haces, lo compras? Yo no fui a la universidad y no tengo título de artista ni de catedrática ni de nada, pero la necesidad te enseña a ser más creativa, arreglártelas y a no pedir permiso. ¿Se imaginan hubiera pedido permiso? Yo estaría muerta”.

Desde pequeña, su vida estuvo marcada por experiencias traumáticas. “Fui violada a los 7 años, a los 11 empecé a tomar, fumar cigarro y consumir marihuana, probé la pasta base a los 13”, reveló. A los 13 años, comenzó a trabajar y hasta los 18 estuvo bajo el control de un hombre 20 años mayor que ella, quien se hacía pasar por su mánager y se quedaba con la mitad de sus ingresos. Durante ese tiempo, cantó en la calle, en bares y circos para sobrevivir.

A los 17 años, su abuela sufrió un derrame cerebral, lo que la obligó a salir a cantar para costear pañales y medicinas. Aprendió a coser a mano por necesidad y un año después, consiguió una oportunidad en la televisión. Sin embargo, ese periodo también estuvo marcado por el abuso: “Durante 5 años que estuve (en la TV) fui acosada por un productor musical, me besaron a la fuerza varias veces y me trataron de pu… sin talento, me la creí y aguanté por necesidad, pero finalmente tuve el valor y me fui”.

Su llegada a México tampoco estuvo exenta de dificultades. Se vio expuesta a situaciones de peligro relacionadas con el crimen organizado y, aunque logró generar ingresos, enfrentó momentos de gran vulnerabilidad. No obstante, su persistencia la llevó a construir una carrera musical sólida, con ocho discos publicados y una vasta obra como artista plástica.

Aun así, admite: “Hasta el día de hoy me siento como una intrusa. Es verdad que hoy tengo un lugar privilegiado, me volví una burguesa, una nueva rica y sé que no pertenezco y nunca voy a pertenecer porque yo siempre voy a ser una flaite y ahora una flaite famosa”.

En el ámbito de la salud, la cantante tuvo que lidiar con un cáncer de tiroides que la dejó con parálisis facial y le afectó la movilidad del lado derecho de su cuerpo. También enfrentó episodios de depresión severa que la llevaron a intentar quitarse la vida en dos ocasiones: “Viví en sillones, en casas de putas, me cagué de hambre. Tuve depresión, me intenté matar dos veces, he sido alcohólica, me tuvieron que dar comida en la boca por los temblores de la abstinencia, no podía ni vestirme sola. Pero a las dos semanas me paré y volví a trabajar, empastillada y aún con depresión, me levanté”.

A pesar de todas las dificultades, Mon Laferte encontró en el arte su refugio: “Yo pinté y pinté y pinté y bordé y lloré mientras pintaba, mientras la música me daba pa comer, la pintura me salvaba de toda la mierda que tuve que pasar”.

Con un mensaje final de resiliencia, dejó en claro que su espacio en el arte es legítimo: “Yo no ando queriendo ocupar el espacio de nadie, pero tampoco voy a andar disculpándome por ocupar el mío. Aquí tienen mi historia y ¿saben qué? si esto se trata de meritocracia, entonces yo me lo merezco todo”.

Hoy, a sus 41 años, Mon Laferte continúa consolidando su legado artístico mientras se presenta en importantes festivales como el Vive Latino y Pal’ Norte 2025. Su testimonio es un recordatorio de la fuerza con la que ha enfrentado la adversidad, utilizando la música y la pintura como herramientas para sanar y trascender.

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