Eduardo Verástegui, reconocido actor y productor, ha vuelto a estar en el ojo del huracán debido a una serie de rumores que han circulado sobre su vida personal. En particular, se ha hablado de un supuesto romance con el cantante Ricky Martin, lo que llevó al actor a utilizar sus redes sociales para desmentir las especulaciones.
A través de su cuenta de X (antes Twitter), Verástegui aseguró que estos rumores forman parte de una estrategia para desacreditarlo, enfatizando que “Soy un libro abierto, lo dije y lo seguiré diciendo”. Además, señaló que tomarse una foto con alguien no significa compartir su estilo de vida o creencias.
La controversia se intensificó luego de que el actor Alfonso Herrera avivara la conversación al referirse a Verástegui con un apodo que insinuaba este rumor. La discusión en redes sociales escaló rápidamente, y otros usuarios comenzaron a compartir nuevamente una fotografía antigua donde el actor aparece junto a Ricky Martin.
Ante esto, Verástegui explicó que la imagen fue tomada en un backstage después de un concierto hace décadas y que incluso fue manipulada para eliminar a una tercera persona, argumentando que se trata de una táctica para atacarlo mediáticamente. “Salir en una foto con Ricky Martin después de un concierto que dio en México hace 30 años (…) no prueba absolutamente nada más que lo que es: una simple foto”, escribió en su cuenta.
Además de la polémica sobre su vida personal, Verástegui ha estado en el centro de discusiones políticas debido a su asociación civil Movimiento Viva México, con la que busca formar un partido político de cara a las elecciones de 2030. Su creciente presencia en el ámbito político ha sido objeto de críticas, especialmente por su respaldo a políticas conservadoras y su cercanía con figuras como Donald Trump. Recientemente, se vio envuelto en un fuerte debate tras ser acusado de promover posturas extremistas, lo que ha generado confrontaciones con diversas personalidades del medio artístico.
En respuesta a las acusaciones sobre su pasado, Verástegui ha admitido haber llevado una vida de excesos antes de su conversión religiosa, pero sin hacer referencia directa a las especulaciones sobre su orientación. En un extenso mensaje, describió su juventud como una etapa en la que predominaban la soberbia y la superficialidad, afirmando que ahora su vida se rige por principios distintos. “Mi vida es un libro abierto. He compartido mi testimonio de vida miles de veces y siempre he dejado claro quién fui antes de mi conversión”, expresó, dejando en claro que las historias que han inventado sobre él no tienen fundamento.