Lo que debes saber de Pablo Moncayo, creador del 'Huapango de Moncayo'

Fue le creador de este tema emblema de la cultura mexicana
Fue le creador de este tema emblema de la cultura mexicana
José Pablo Moncayo.Fue le creador de este tema emblema de la cultura mexicana
@bellasartesinba
Nación321
2023-09-14 |18:55 Hrs.Actualización18:54 Hrs.

El ‘Huapango de Moncayo’ es una pieza musical que seguramente has escuchado en distintos eventos y también en actos públicos, por lo que es considerado el ‘segundo himno mexicano’.

Su nombre viene del compositor José Pablo Moncayo, quien nació el 29 de junio de 1912 en Guadalajara.

El primer acercamiento de José Pablo a la música fue cuando su padre, quien era carpintero, recibió como pago un clavecín.

Se trata de un instrumento musical con teclado y de cuerda pulsada. Su popularidad ocurrió durante el periodo Barroco.

¿CÓMO SE CREÓ EL HUPANGO DE MONCAYO?

Cuando José Pablo Moncayo tenía seis años se mudó con su familia a la Ciudad de México, donde comenzó sus estudios de piano.

Para ello se inscribió en el Conservatorio Nacional de Música y después trabajó como pianista en diversas estaciones de radio y clubs nocturnos donde tocaba jazz.

El Huapango es una de las piezas de música considerada como un segundo Himno Nacional que es retomada por orquestas y directores nacionales.

Juan Pablo Moncayo la compuso cuando tenía 29 años y se dice que fue Carlos Chávez quien pidió a José Pablo, realizar una investigación sobre Veracruz.

BELLAS ARTES FUE EL PRIMER ESCENARIO DONDE SE TOCÓ EL HUAPANGO 

La misión de crear el ‘Huapango’ no fue solo de José Pablo Moncayo. En las postrimerías del nacionalismo de la década de los 30 y conocedor del talento de Moncayo, Carlos Chávez encargó a su alumno la misión de viajar al puerto de Alvarado, Veracruz, para que conocer a detalle el huapango tradicional y crear una obra sinfónica.

Moncayo se fue al sureste de México y convivió y conoció con los ritmos, tradiciones y forma de vida de la época. Su talento fue tan sensible que logró captar el sentido festivo y alegre del huapango de la Huasteca, asimilando los ritmos y las melodías para crear una pieza musical.

En ‘Huapango’, José Pablo Moncayo transformó sones, adaptó el copleo de dos cantantes huapangueros a través de la trompeta y el trombón solista, explica el director de orquesta Samuel Pascoe, académico de la Facultad de Música de la UNAM.

De acuerdo con el especialista, el ‘Huapango’ “es una obra genial, por la forma que utiliza la armonía: el arpa, los violines rasgando sus cuerdas con los dedos. De repente, su sonoridad suena a guitarras”.

¿CUÁL FUE EL ORIGEN DEL 'HUAPANGO' DE MONCAYO Y QUÉ DIFERENCIA TIENE CON EL TRADICIONAL?

Tras su viaje por Veracruz, José Pablo Moncayo vio los frutos de su talento cuando, a sus 29 años, el ‘Huapango’ se estrenó el 15 de agosto de 1941, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, bajo la interpretación de la Orquesta Sinfónica de México y dirigido por su maestro Carlos Chávez.

Para esta obra orquestal, José Pablo Moncayo elaboró y transformó los temas de tres huapangos: ‘El Siquisirí’, ‘El Balajú’ y ‘El Gavilancito’.

Luego del estreno, el compositor tapatío fue becado por el Institute Berkshire de Serge Koussevitzki y asistió a cursos impartidos por Aaron Copland en Tanglewood, Massachusetts, en Estados Unidos, en 1942. Ahí tuvo como como condiscípulos a Leonard Bernstein y a Blas Galindo.

Además, Moncayo escribió otras obras como ‘Sinfonía’, ‘Sinfonietta’, ‘Las mulata de Córdova’; sin embargo, ninguna de ella cobró la relevancia del famoso ‘Huapango’.

Al ser cuestionado que diferencia hay entre la obra de Moncayo y el huapango tradicional, Samuel Pascoe explica que “una diferencia es la instrumentación: el huapango que se escucha en la sierra y en toda la Huasteca se toca con requinto, arpa, guitarra, uno o dos violines, jarana… y la voz cantada”, mientras que el compositor tapatío “utiliza todos los instrumentos de la orquesta sinfónica tradicional”.

Muchos aspectos de la armonía, de la composición, de los acordes del huapango tradicional, Moncayo los retoma y modifica de manera genial. En su lenguaje armónico hay sorpresas novedosas, maravillosas”, asegura.