¡Reconstrucción histórica!
La figura e influencia de Jesús de Nazaret es de las más importantes en la historia de la humanidad. En el imaginario colectivo, el físico de la divinidad católica es de una persona alta, barbada, de piel blanca y ojos de color, pero investigaciones científicas sugieren que la apariencia del hijo de María y José pudo haber sido muy diferente a como se concibe.
En 2001 el fotógrafo Bas Uterwijkm, apoyado en la aplicación Artbreeder y tomando en cuenta los rasgos que tenía un hombre promedio de Medio Oriente hace 2 mil años, reprodujo un retrato "más cercano a la realidad".
El resultado estuvo alejado de la imagen física que tenemos en mente. El hombre que aparece en el resultado es moreno, de cabello corto, negro y rizado y una barba corta, ajustándose a los estereotipos de la mayoría de los varones aquel entonces de lo que actualmente conocemos como Israel.
"Cambié el cabello y la barba a una longitud y un estilo más creíbles para la época y la región e incorporé elementos que se encuentran en (hombres de aquel entonces), relegando el arte renacentista a un segundo plano. El resultado es una impresión artística de cómo podría haber sido este hombre, una búsqueda científica de un parecido exacto", señaló el artista.
El fotógrafo de Países Bajos recibió críticas por su trabajo pero también comentarios positivos de personas que consideraron que su retrato de Jesús era más realista.