En la última semana las redes sociales se llenaron de críticas debido a que el gobierno de la Ciudad de México confirmó el concierto de Rosalía en el Zócalo para el viernes 28 de abril, esto debido al supuesto ‘despilfarro’ de dinero para un evento en vez de usarse para el mantenimiento del Metro o atender la crisis en el suministro de agua que vive el Sistema Cutzamala.
En paralelo y a nivel local, la ciudadanía de Tamaulipas criticó al alcalde de Soto la Marina por haber contratado a la influencer Karely Ruíz por 200 mil pesos para una presentación como parte de las actividades de Semana Santa en playa La Pesca.
Ambos eventos, en sus parámetros, dejaron señalamientos referentes a cómo el gobierno destina recursos y si verdaderamente son necesarios, y en ambos casos, las justificaciones son distintas.
Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura de la Ciudad de México, defendió la realización del concierto de Rosalía bajo la necesidad del acceso a la cultura como un derecho, así como de diversificar géneros e invitar a las personas que quieren ver a la cantante española y no pueden pagar por un boleto de 3 mil pesos, cifra similar a lo que costaba un boleto para su última presentación en vivo en el país.
Rosalía se presentó el domingo 2 de abril en el festival Ceremonia en el Parque Bicentenario de la alcaldía Azcapotzalco. Dicho festival tenía actos internacionales como Travis Scott, Fred Again.., The Blaze, y la artista española, que actualmente es una de las referentes musicales en español más importantes a nivel mundial y que trajo a América su más reciente álbum, Motomami.
Una de las primeras estimaciones es que se espera un gasto de 10 millones de pesos para cubrir su concierto, y por ello, la Secretaría de Cultura dijo, sin especificar la cifra, que monto lo cubrirá por completo la dependencia con dinero que viene de su presupuesto etiquetado.
Icaza, ante las críticas, dijo que “lo que evidencia esta conversación es la molestia de quienes asocian al sector que atiende a Rosalía con uno al que supuestamente no deberíamos hablarle porque sienten que les pertenece, pero… nosotros trabajamos para todxs”.
Finalmente, otro aspecto que destacó fue la derrama económica, ya que la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, señaló en días pasados que se esperan hasta 300 millones de pesos solo en hospedaje referente al concierto de Rosalía, además del gasto en comercios y restaurantes.
Una crítica similar a la de Rosalía ocurrió en Soto la Marina, municipio de Tamaulipas que recibió a Karely Ruíz en Jueves Santo (6 de abril), ya que el alcalde dijo que solo gastaron 200 mil pesos y que, a pesar de que la cifra podía ser sorprendente para muchos, “fue bastante accesible”.
“Salvó la afluencia turística”, ya que “cuando está nublado y hace frío dificilmente te dan ganas de ir a la playa”, dijo el edil.
“He visto comentarios, hasta notas de medios de comunicación donde dicen que había costado 900 mil pesos, esto es completamente falso, no sé de dónde sacan esa información ni por qué se atreven a levantar falsos... Ya en la tarde vimos que empezó a llegar muchisima gente a presenciar estos eventos”, expresó Antonio Medina.
Con el evento de Karely Ruíz y todas las actividades referentes a Semana Santa, Soto la Marina celebró una derrama económica de 25 millones de pesos, menos del 10% de lo que se espera en la Ciudad de México por el show de Rosalía; sin embargo, una cifra importante para la localidad, ya que se posicionó como el municipio que tuvo más turismo en Tamaulipas, con un incremento del 20 por ciento a comparación del año pasado.
Además de la derrama económica, el hecho de que la presentación de la influencer esté publicada en las redes sociales oficiales del municipio es una forma de que la gente en México conozca Soto la Marina y playa La Pesca, de acuerdo con el alcalde:
“El video de la presentación de Karely Ruíz ya llegó a 10 millones de personas. Uno de cada 13 mexicanos ya vio a Playa la Pesca, lo que se puede traducir en que más gente siga visitando y crezca el turismo... yo estimo que va a seguir subiendo”, expresó.