La relación del presidente Andrés Manuel López Obrador con la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha estado envuelta en acalorado intercambio de declaraciones y acusaciones de "intromisión abusiva" a la soberanía de México por parte de los agentes estadounidenses.
Las polémicas van desde la presencia de la administración en nuestro país, hasta las explicaciones de debe dar al Gobierno de México por su actuar durante el sexenio de Felipe Calderón y su llamada 'guerra contra el narco".
Recientemente, López Obrador criticó que, en los gobiernos pasados, las agencias de seguridad de Estados Unidos participaban en todo, sobre todo enfatizó en la DEA y dijo que "entraban sin pedir permiso, hacían lo que les daba la gana".
El Presidente indicó que esa política global ya cambió, porque con su gobierno "hay coordinación, sin subordinación y con pleno respeto a la soberanía mexicana".
Pero las críticas de AMLO han estado muy presentes en los últimos meses, pues en octubre de 2023, el mandatario arremetió contra DEA y aseguró que la agencia busca debilitar a las Fuerzas Armadas y al Ejército. Esto, luego de que defendió al general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional, pues señaló que "le fabricaron delitos".
Este hecho se remonta octubre de 2020, cuando el exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, fue detenido en Estados Unidos por una investigación de la DEA sobre presuntos vínculos con el narcotráfico.
En ese momento, el Gobierno de México expresó su malestar por no haber sido notificado del operativo, pero Washington retiró poco después los cargos contra el general y lo envió de vuelta a México.
Tras la detención y liberación de Cienfuegos, en diciembre de 2020 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aprobó una reforma para regular a los agentes extranjeros en México
De tal forma que todas las embajadas acreditadas en México quedaron obligadas a comunicar mensualmente a las instancias correspondientes, toda aquella información que contribuya a preservar la seguridad nacional; en tanto que las y los funcionarios deben reportar el intercambio de información con agentes del extranjero, en un plazo máximo de tres días después de una reunión, cuya celebración será previamente aprobada por el Grupo de Alto Nivel de Seguridad.
El reglamento también estableció las condiciones para que agentes extranjeros puedan portar armas o algún tipo de instrumentos bélicos dentro del país.
En 2021, la administración de AMLO disolvió una unidad élite antinarcóticos que entrenó la agencia antidrogas de Estados Unidos para combatir el crimen organizado debido a que el grupo supuestamente "estaba infiltrado por la delincuencia".
Otra de las polémicas entre AMLO y la DEA fue cuando el mandatario federal calificó como una “intromisión abusiva, prepotente, que no debe aceptarse bajo ningún motivo” el hecho de que la Administración para el Control de Drogas se haya infiltrado en los niveles más altos del Cártel de Sinaloa y de Los Chapitos.
En este sentido, el tabasqueño dijo que no confía en la DEA debido a que está demostrado que muchos de sus integrantes mantienen o mantuvieron vínculos con la delincuencia organizada.
Estas declaraciones las dio López Obrador en referencia Nicholas Palmeri, quien fungía como director de la DEA en México, pues en enero de 2022, The Washington Post reveló que la agencia los despidió después de que intentara usar fondos de la agencia para pagar su fiesta de cumpleaños y mientras era investigado por sus relaciones con abogados de algunos líderes del narco.
“Como lo que sucedió con el que era el jefe de la DEA en México, que se le descubrió que tenía relaciones con representantes de los cárteles de la droga, y de repente lo quitaron y no se supo más”, dijo AMLO.
En julio de 2022, la directora de DEA, Anne Milgram, aseguró que la agencia participó en la captura del narcotraficante Rafael Caro Quintero, considerado como el fugitivo más buscado por la agencia estadounidense.
"El increíble equipo de la DEA en México trabajó en colaboración con las autoridades mexicanas para arrestar a Rafael Caro Quintero", dijo en una carta dirigida a sus empleados.
Sin embargo, AMLO negó este hecho y descartó que la DEA hubiera tenido injerencia en el operativo que comandó la Secretaría de Marina para capturar a Caro Quintero, uno de los fundadores del extinto Cártel de Guadalajara.
Y ¿cómo ha sido la relación entre México y la DEA a través del tiempo? .
La DEA fue creada el 1 de julio de 1973 durante la administración del presidente Richard Nixon ante la creciente disponibilidad de medicamentos controlados y el consumo de psicotrópicos en Estados Unidos.
Sin embargo, la presencia de la Administración estadounidense en México se registró hasta 1976, a través de un programa de erradicación de amapola, conocido como Operación Trizo.
En México, la DEA tiene oficinas en Tijuana, Ciudad Juárez, Nogales, Hermosillo, Monterrey, Matamoros, Mazatlán, Guadalajara, Mérida y Ciudad de México. La mayoría de estas oficinas, normalmente establecidas en los consulados estadounidenses, se fundaron en la década de los años setenta y continúan activas.
Esta operación requería que ciudadanos mexicanos volaran helicópteros donados por Estados Unidos para rociar herbicidas en campos de amapola en los estados de Durango, Sinaloa y Chihuahua, zona conocida como el 'Triángulo Dorado'.
Las detenciones de esta operación causaron una crisis económica en las regiones productoras de amapola de México, por lo que, para reducir la agitación social, el gobierno mexicano solicitó formalmente a la DEA que dejara de participar en los vuelos de vigilancia.
La Operación Trizo fue cancelada en la primavera de 1978 a petición del entonces presidente José López Portillo.
En 1985 se registró uno los hechos que más marcó a la DEA en México: el secuestro y asesinato del agente especial Enrique 'Kiki' Camarena, quien hizo trabajos de investigación como infiltrado en el extinto Cártel de Guadalajara.
La investigación del asesinato de Camarena fue la más completa jamás realizada por la DEA, pues terminó por descubrir la red de corrupción y la complicidad de numerosos funcionarios del Gobierno de México con el crimen organizado.
Este caso marcó una nueva ruta para la investigación del tráfico de narcóticos, pues también puso en alerta sobre las agresiones y atrocidades por parte de los cárteles hacia agentes estadounidenses.
Tras el homicidio de 'Kiki' Camarena se puso en marcha la Operación Leyenda, la cual fue una investigación larga y compleja, que se hizo más difícil por el hecho de que el asesinato del agente se cometió en México e involucró la participación de importantes narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Miguel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo, fundadores y líderes del Cártel de Guadalajara; así como a funcionarios del gobierno mexicano, incluidos varios agentes de la entonces Policía Judicial Federal.
Pese al atroz asesinato de Enrique Camarena, las operaciones de la DEA continuaron en México, ya que, en 1992, la agencia instituyó la llamada "Estrategia Kingpin", que centró esfuerzos de investigación y aplicación de la ley sobre organizaciones de tráfico de drogas específicas.
El objetivo de este operativo era inhabilitar a las principales organizaciones criminales atacando sus áreas más vulnerables: los productos químicos necesarios.
Durante todos estos años, no había regulaciones formales para los agentes de la DEA que trabajaban en México más que los de la propia agencia, pero en abril de 1990 este panorama cambiaría, cuando un médico, Humberto Álvarez Machain, fue secuestrado en Guadalajara por cuatro hombres que se identificaron como miembros de la Policía Judicial de México.
Después, Machain fue llevado a un estado vecino, retenido una noche en un hotel, y obligado a abordar un avión que lo llevó ante autoridades de Estados Unidos sin la autorización del Gobierno de México.
Tras descubrirse este hecho, el Gobierno de Estados Unidos sostuvo que el ginecólogo había inyectado a Enrique Camarena estimulantes para mantenerlo consciente durante el interrogatorio final antes de su asesinato en 1985.
Bajo estos argumentos, funcionarios de estadounidenses ordenaron el secuestro de Machain, para que fuera llevado a El Paso, Texas.
En el año de1992, durante el gobierno del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, México impuso las primeras normas escritas para la DEA, pues limitaron el número de agentes en nuestro país, además de que designaron media docena de ciudades en las que debían vivir, les prohibió viajar sin autorización escrita del Gobierno de México, les negó la inmunidad procesal, y estipuló que toda información útil de inteligencia “debía ser transmitida inmediatamente al autoridades mexicanas competentes”.
También prohibieron las armas. Machain finalmente fue liberado en diciembre de 1992 por sentencia absolutoria dirigida.
Más adelante, los lazos de cooperación entre la DEA y México se fortalecieron durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa y el inicio de la llamada "Guerra contra el narcotráfico".
Durante este periodo fueron capturados varios líderes de cárteles buscados en ambos países y en 2007 fueron extraditados a Estados Unidos 83 criminales, incluido el entonces es líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas-Guillén, considerado como uno de los más sanguinarios.
En ese entonces, el jefe de Operaciones de la DEA, Anthony Placido, aplaudió la postura del gobierno de Calderón Hinojosa para enfrentar al narcotráfico y lo calificó como "héroe".
El sexenio siguió y con ello las detenciones de grandes capos del Cártel de Sinaloa, del Cártel del Golfo; así como de la Familia Michoacana, el grupo de Los Zetas y el Cártel de los Beltrán Leyva.
Una de las más sopandas fue la de Édgar Valdez Villarreal 'La Barbie', exjefe de sicarios de los Beltrán Leyva, pues era uno de los objetivos prioritarios del gobierno mexicano.
En ese sexenio el secretario de Seguridad Pública era Genaro García Luna, quien también fue la cabeza de la Policía Federal, organismo que participó de la mano con la DEA, al igual que la Secretaría de Marina y de la Defensa Nacional.
Sobre estos últimos lazos de cooperación, en febrero de 2023, durante el juicio de García Luna, el agente de la DEA, identificado como Miguel Madrigal, mencionó que la dependencia estadounidense conocía de los presuntos vínculos entre el Cártel de Sinaloa y el exfuncionario
El agente detalló, durante su participación como testigo, que durante más de siete años se coordinó con autoridades mexicanas, que incluía la dependencia a cargo de García Luna, y manifestó que existieron reportes que funcionarios se reunían con posibles narcotraficantes en un restaurante frente de la Embajada de Estados Unidos en México.