Porque el grupo terrorista arrancó el año con ataques a civiles en Occidente y podría ser augurio de lo que ocurrirá en 2017
El grupo yihadista ISIS reivindicó este 2 de enero el ataque contra una discoteca de Estambul en el que murieron 39 personas y decenas resultaron heridas.
El grupo extremista afirmó en un comunicado que el ataque en el club Reina, una exclusiva discoteca situada a orillas del Bósforo, había sido cometido por uno de los "soldados del califato".
Entre las víctimas había numerosos extranjeros, la mayoría originarios de países árabes.
Los equipos de la policía antiterrorista de Estambul detuvieron y encerraron a ocho personas sospechosas de estar relacionadas con el ataque.
El atentado de Año Nuevo llega en un momento en que Turquía trata de reconquistar la ciudad de Al Bab, bastión de ISIS en el norte de Siria, donde Ankara lleva a cabo una ofensiva contra los yihadistas. El 1 de enero, aviones turcos y rusos llevaron a cabo nuevos bombardeos contra el grupo en la zona.
En su comunicado, el grupo terrorista acusó a Turquía, un país de mayoría musulmana, de haberse aliado con los cristianos, en alusión a la incursión del ejército turco desde hace cuatro meses en el norte de Siria para combatir a ISIS y las milicias kurdas.
Es la primera vez que el grupo extremista reivindica un atentado en Estambul, pero varios ataques contra turistas cometidos en la metrópolis turca ya le habían sido atribuidos por las autoridades.
Las familias de las víctimas extranjeras, más de 20, tenían que recuperar este lunes los cuerpos de sus allegados, fallecidos cuando un hombre irrumpió en la discoteca y abrió fuego contra los cientos de personas que estaban celebrando el Año Nuevo.