Porque esta tragedia abrió las heridas del racismo en Estados Unidos
La masacre del 3 de agosto en El Paso, Texas, en la que murieron 22 personas (ocho mexicanos) y docenas resultaron heridas, dejó una tragedia más: la triste historia de una víctima que no tiene con quien compartir su dolor.
El mundo de Antonio Basco, un residente de El Paso, se vino abajo el 3 de agosto cuando su esposa Margie Reckard, de 63 años, fue asesinada en la masacre de El Paso; el hecho está siendo investigado por el FBI como un caso de terrorismo doméstico, debido a los motivos que tuvo el agresor para disparar contra la comunidad hispana presente en el lugar de los hechos.
Basco y Reckard tenían 22 años de matrimonio pero no tuvieron hijos ni tienen a familiares cercanos, por lo que los servicios funerarios de Margie solamente tendrán un asistente: Antonio.
Por tal motivo la empresa de servicios funerarios Perches Funeral Home, que se encargará del funeral de Margie, está invitando a la comunidad de El Paso a que acompañe a reconfortar el dolor de Antonio Basco.
"El señor Basco estuvo casado por 22 años con su esposa Margie Reckard. Ellos no tuvieron familia ni tienen familiares cerca. Por tal motivo, él está invitando a cualquier persona que quiera acudir a los servicios funerarios de su esposa, a que lo haga".
Los servicios funerarios de la mujer se llevarán a cabo el viernes 16 de agosto de 5 a 9 de la noche, en la calle Northeast número 4946.
"Demostremos nuestro amor hacia Antonio y su esposa con una muestra de amor de El Paso. #EPSTRONG", escribió Perches Funeral Home.
"ERA UN ÁNGEL"
Antonio Basco le dijo a la televisora local KFOX14 que su esposa era como un ángel que trataba a todos con respeto.
"Quiero decir, uno ni siquiera tenía que hablar con ella para darse cuenta. Veías cómo se comportaba, como actuaba y cómo se presentaba, y era evidente que era una señora genial, un ángel... íbamos a vivir juntos y morir juntos, ese era nuestro plan", dijo Basco.