A tres meses de iniciar los Juegos Olímpicos de Invierno, los chinos se están enfrentado a nuevos brotes en zonas donde han dado acceso a muchos turistas.
Esto ha provocado ordenar a millones de ciudadanos que se queden en casa, restringir los viajes entre provincias y aumentar los test de detección de coronavirus.
El número de casos sigue siendo mucho más bajo que en la mayoría de los países, con 48 nuevos contagios de Covid-19 notificados este viernes.
Sin embargo, las autoridades prefieren no arriesgarse e impusieron a decenas de miles de personas en Pekín, ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero, confinarse después de que se detectaran algunos casos de coronavirus.
Los residentes deben "posponer las bodas, celebrar funerales cortos, no organizar banquetes y reducir las reuniones innecesarias", declaró este viernes el subdirector del centro de control de enfermedades, Pang Xinghuo en una rueda de prensa.
Asimismo, los sitios turísticos limitarán su capacidad, mientras que el complejo Universal Studios, recientemente inaugurado, entrará en "estado de urgencia de prevención epidemiológica", señaló el subdirector de la Oficina de Información, Xu Hejian.