Con el objetivo de obtener el control del corazón industrial del este de Ucrania, este martes Rusia intensificó su ofensiva en el campo de batalla: atacó ciudades y pueblos a lo largo de un frente en forma de boomerang de cientos de kilómetros de largo en lo que ambas partes describieron como una nueva fase de la guerra.
Tras fracasar en el intento de invadir la capital, el Kremlin declaró que su objetivo principal era la captura de la región oriental de Donbas, en su mayoría de habla rusa, donde los separatistas respaldados por Moscú han estado luchando contra las fuerzas ucranianas durante ocho años.
Si tiene éxito, esa ofensiva le daría al presidente Vladimir Putin una pieza vital de Ucrania y una victoria muy necesaria en la guerra que ahora dura siete semanas y que podría presentar al pueblo ruso en medio de las crecientes bajas y las dificultades económicas causadas por las sanciones de Occident
También dividiría efectivamente a Ucrania en dos y la privaría de los principales activos industriales concentrados en el este, incluidas las minas de carbón, las plantas metalúrgicas y las fábricas de construcción de maquinaria.
El ejército de Ucrania dijo el martes temprano que una "nueva fase de guerra" comenzó un día antes cuando "los ocupantes intentaron romper nuestras defensas a lo largo de casi toda la línea del frente". El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, dijo que “otra fase de esta operación está comenzando ahora”.
Entre 300 y 800 militares ucranianos se hacen fuertes en una enorme siderúrgica de Mariúpol. https://t.co/skhkxVHzMZ
— BBC News Mundo (@bbcmundo) April 19, 2022
Al respecto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, dijo que un gran número de tropas rusas estaban comprometidas con la campaña, aunque algunos observadores señalaron que se había producido una escalada allí durante algún tiempo y cuestionaron si este era realmente el comienzo de una nueva ofensiva.
Por su cuenta, Justin Crump, un excomandante de tanques británico que ahora trabaja en la compañía de asesoría estratégica Sibylline, dijo que los comentarios ucranianos podrían ser, en parte, un intento de persuadir a los aliados para que envíen más armas.
“Lo que están tratando de hacer al posicionar esto, creo, es... enfocar la mente y el esfuerzo de la gente diciendo: 'Mira, el conflicto ha comenzado en el Donbas'”, dijo Crump. “Eso en parte ejerce presión sobre los proveedores de la OTAN y la UE para que digan: 'Chicos, estamos empezando a pelear ahora. Necesitamos esto ahora'”.
Las armas europeas y estadounidenses han sido clave para reforzar la defensa de Ucrania, ayudando al país, que no tiene suficientes armas, a mantener a raya a los rusos. El primer ministro holandés, Mark Rutte, le dijo a Zelenskyy el martes que Holanda enviaría "material más pesado", incluidos vehículos blindados.
Por otro lado, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, mayor general Igor Konashenkov, dijo que los misiles lanzados desde el aire destruyeron 13 ubicaciones de tropas y armas ucranianas, mientras que la fuerza aérea atacó otras 60 instalaciones militares ucranianas, incluidos los depósitos de almacenamiento de ojivas de misiles.
La artillería rusa alcanzó mil 260 instalaciones militares ucranianas y mil 214 concentraciones de tropas en las últimas 24 horas, dijo Konashenkov el martes.
De acuerdo con la agencia Associated Press (AP) los ataques pudieron haber iniciado desde el lunes; sin embargo, aún no se han podido comprobar, pero según relatos de testigos presenciales y los informes de los funcionarios han dado una idea amplia del alcance del avance ruso.
El martes, Rusia emitió un nuevo ultimátum a los defensores ucranianos para que se rindieran, diciendo que los que salgan “mantendrán sus vidas”, y dijo que se declaraba un alto el fuego en el área para que los combatientes pudieran abandonar la planta. Los ucranianos han ignorado tales ofertas anteriores, y no hubo confirmación inmediata de que se produjera un alto el fuego.
Con información de AP