El día de hoy comienza una nueva etapa en la vida política del país.
Andrés Manuel López Obrador recibirá su constancia de Presidente Electo por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Con ello, comenzará la segunda etapa de su gobierno.
No me equivoqué en la afirmación anterior. Creo que López Obrador termina hoy la primera etapa de su gestión… aunque formalmente tome posesión hasta el 1 de diciembre.
Es que, a final de cuentas, ¿qué es gobernar? No es realmente firmar decretos, acudir a ceremonias o despachar en la sede del Poder Ejecutivo.
Gobernar es, en lo fundamental, establecer el sentido de la agenda nacional, lo que define las decisiones de los gobernados.
AMLO ha recibido visitantes extranjeros, ha hecho nombramientos, ha planteado proyectos y reformas, y lo más importante: día con día está fijando la agenda nacional, de lo que hablamos, lo que discutimos, lo que mueve nuestras decisiones. Todo esto, sin ningún papelito que respalde su función. Éste lo recibirá hoy, y formalmente detonará el proceso de transición. Por eso se trata de una nueva etapa.
El cambio más importante que se producirá a partir de hoy tiene que ver con la elaboración del Presupuesto, Ley de Ingresos y Plan Nacional de Desarrollo.
De acuerdo con el artículo 43 de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, el Presupuesto 2018 ya debe contener recursos a ser asignados al equipo de transición.
“… se podrán aprobar recursos en el correspondiente Presupuesto de Egresos (2018) para cubrir los gastos de un equipo de asesores que apoye los trabajos del Presidente Electo”, dice el texto.
El monto específico autorizado por el Congreso es de 150 millones de pesos.
El artículo tercero del decreto de Presupuesto 2018 señala que ese monto será destinado al equipo asesor que se encargará de preparar el Plan Nacional de Desarrollo y el Presupuesto 2019.
Más allá de que a partir de hoy, el equipo de AMLO contará con recursos, cambiará la actitud del gobierno en funciones.
Diversos funcionarios me han señalado que habían esperado la entrega de la constancia de Presidente Electo, para empezar a trabajar de manera abierta con el equipo de AMLO.
Esa etapa, de trabajo intenso en la elaboración del Paquete Económico –que deberá ser entregado a más tardar el 15 de diciembre– será otra fase de la transición.
Pero el trabajo del nuevo gobierno se va a hacer manifiesto también desde el 1 de septiembre, en 24 días, cuando arranque la nueva Legislatura y diversos temas se conviertan en iniciativas de ley o de reformas legales o incluso constitucionales.
Esa será, de hecho, otra etapa.
En pocas palabras, en este singular proceso de transición, en el que, a partir de hoy, tendremos un Presidente Constitucional y un Presidente Electo, veremos en poco más de tres semanas un Congreso que va a impulsar la agenda de la administración que va a llegar al gobierno el 1 de diciembre y que en buena medida le va a preparar el terreno.
Vivimos tiempos inéditos. Nunca había pasado lo que hoy vivimos ni lo que veremos en las próximas semanas.
De hecho, cuando AMLO ‘tome posesión’ el 1 de diciembre, en buena medida llevará ya cinco meses gobernando.
