La dirigencia nacional del PRI presentó ante la Fiscalía General de la República (FGR) una denuncia penal en contra de sus militantes Ulises Ruiz Ortiz y Nallely Gutiérrez Gijón, por la posible comisión de delitos de índole federal, como son la asociación delictuosa, secuestro, portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y despojo.
Lo anterior, en respuesta a los actos violentos que se registraron la tarde del martes en la sede nacional del partido, “en perjuicio de este instituto político”, informó Marco Mendoza, secretario adjunto a la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Sin embargo, el también diputado federal electo señaló que la dirigencia nacional, encabezada por Alejandro Moreno, reitera “la disposición al diálogo abierto, pero rechaza cualquier acto de violencia que atente contra la democracia y que vulnere los derechos de los militantes”.
Detalló que desde el martes 29 de junio “se inició una carpeta de investigación por el delito de privación ilegal de la libertad, toda vez que 22 compañeros se encuentran en el interior de las instalaciones del CEN y por la noche se iniciaron otras en la Fiscalía de la Ciudad de México, por el delito de tentativa de homicidio en agravio de varios compañeros militantes que expusieron su vida, mientras se encontraban desarrollando pacíficamente diversas actividades, quienes resultaron heridos, incluso con arma de fuego”.
Presentamos ante la @FGRMexico la denuncia formal en contra de quien resulte responsable, por los hechos violentos de los que nuestra militancia fue víctima el día de ayer.
— PRI (@PRI_Nacional) June 30, 2021
Llegaremos hasta las últimas consecuencias. pic.twitter.com/tKvc2zUQdm
A su vez, Hiram Hernández Zetina, presidente nacional de la Red Jóvenes por México, consideró como inadmisible que hombres armados hayan atacado la sede nacional priista e irrumpido en una manifestación masiva y pacífica de este sector en la Ciudad de México, en donde dos militantes resultaron heridos, uno con impacto de bala en sus pulmones y otro en su cara, además de algunos heridos por palos y piedras.
Tras manifestar su indignación y molestia por los hechos, el dirigente de los jóvenes del tricolor señaló como responsables a Ulises Ruiz, “exgobernador corrupto de Oaxaca”, y a Nalley Gutiérrez de tener “secuestradas con matones” las instalaciones del PRI nacional y a personas que temen salir por considerar que su vida corre riesgo.
Estos priistas -acusó- “sirven a intereses oscuros que pretenden desestabilizar el buen rumbo que lleva el PRI, con un dirigente que como nunca antes ha respaldado a la juventud”.
Recalcó que “no se puede permitir que este acto de terrorismo sea perpetrado en la metrópoli más grande del país”, por lo que exigió a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, y a las fuerzas del orden que “de manera inmediata liberen las instalaciones del tricolor”.
Tras agradecer “la amabilidad de las autoridades de la FGR”, confió que “siguiendo el debido proceso estos criminales terminaran en la cárcel”.
Por su parte, el actual diputado federal priista Pablo Angulo acusó que los inconformes “son elementos entrenados que atentaron contra la juventud priista”, y destacó que las instalaciones de la sede “están tomadas por delincuentes y no por priistas”.
Por eso, exigió una pronta resolución, al considerar que “es increíble que habiendo armas no hayan actuado las autoridades para desalojar las inmediaciones del instituto político”.
Además insistió en que “Ulises Ruiz y Nallely Gutiérrez apoyaron a candidatos de Morena durante el pasado proceso electoral”.