Al presidente Andrés Manuel López Obrador no le gustan los perros, aseguró Elena Chávez, autora del libro “El rey del cash”, el cual se puso en venta durante esta semana.
De acuerdo con la exesposa de César Yáñez Centeno, hoy subsecretario de de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos y exvocero del mandatario desde que fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, el mandatario prefiere de lejos a los lomitos.
En la publicación relató que en una ocasión López Obrador fue a comer a su casa, pues le quedaba de paso para un evento en la alcaldía Tláhuac.
La también activista por los derechos de los animales contó que en ese momento tenía a Lucas, un pastor inglés que había rescatado del bazar Pericoapa, y el cual era “el amor de su vida”.
“Precioso, educado, limpio, sumamente obediente y amiguero con los humanos”.
Sin embargo, al candidato presidencial “no le agradó ver a mi perrito ahí, parado a mi lado dándoles la bienvenida.
“Vi su cara de enfado y desaprobación y dudó algunos instantes en entrar. Quería que Lucas se saliera al patio, lo cual obviamente no sucedió”.
Yáñez Centeno optó por dejar al perro en el lobby, mientras comieron durante hora y media.
La exesposa del hoy funcionario comentó que cuestionó a López Obrador el porqué no le gustaban los perros, y éste le contó que uno lo “había mordido de niño porque en ese entonces , en su pueblo, como suele suceder en muchos sitios del país, agreden a los animales con resorteras.
“Con razón lo mordió -le dije- , eso se llama maltrato, sus papás estaban obligados a quitarle el miedo y a respetar la vida de los animales”. Recientemente, en una gira el mandatario sí saludó a una perrita chihuahueña llamada Molly.
Ha comentado que en efecto, en su pueblo, se comían por ejemplo, a las tortugas, y ahora su hijo Jesús Ernesto condena el maltrato a los animales.